Con dos citas electorales a las espaldas y la incógnita abierta de si serán necesarias unas terceras en diciembre para aclarar el panorama político en España, ninguno de los principales políticos nacionales alcanza el aprobado. El actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy se queda en el 4,4, con los gallegos divididos a partes iguales entre los que respaldan su actuación y los que la suspenden. Son tres décimas más, eso sí, que la nota que recibió en la comunidad en 2012, cuando ni siquiera llevaba un año completo en las riendas de Moncloa.

Pedro Sánchez, del PSOE, saca un 3,5, con un 34% a favor de su gestión y un 59% en contra. Idénticas reacciones las que despierta Pablo Iglesias, de Podemos, con una nota también muy parecida, un 3,4, y la misma proporción que el secretario general de los socialistas en el reparto de los gallegos que respaldan su trayectoria (34%) y los que no (59%). Albert Rivera es líder mejor valorado, aunque sin aprobar. Un 4,5. En su caso, con una ligera ventaja de los que le aprueban (52%). Los cuatro se mueven a estas alturas en un grado de conocimiento muy superior al 90%.

El máximo responsable de los populares cosecha la valoración más alta en la provincia de Pontevedra, un 4,4. Mejora a mayor edad del encuestado. Mientras los jóvenes le hunden al 3,3, los de más de 65 años le dan un aprobado alto (5,8). Al igual que las amas de casa. Los parados le otorgan un 3,9. Los votantes a su partido en el 25-S suben a un 7. No alcanza el 3 ni entre simpatizantes socialistas ni en los de En Marea.

Sánchez aprueba por los pelos en el electorado socialista gallego (5,2). Los que mejor le ven son los jóvenes y estudiantes y los residentes en localidades medianas de la comunidad (4,1). Que son también los fuertes de Iglesias, aunque en su caso con un aprobado de los que van de los 18-24 años (5,1) y un 6,2 entre los seguidores de En Marea. Rivera aprueba entre los mayores de 65 años y las amas de casa. El votante de su formación le pone un 6,3.