Ana Pastor, presidenta del Congreso de los Diputados, ejerció ayer en Vilagarcía de militante rasa. Dejó las proclamas políticas y el reparto de papeletas en manos de los candidatos Alfonso Rueda y Nava Castro, así como de otros representantes locales y comarcales del Partido Popular. Pero eso sí, fue el foco de todas las miradas durante el recorrido que todos hicieron por algunas de las calles comerciales del centro de la ciudad y por el mercado. Repartió saludos y besos y conversó con quienes se le acercaron. Los hubo que prefirieron mirarla de lejos y quienes siguen viendo en ella a la "ministra" o le confunden el cargo con el de "presidenta del Senado". Le ofrecieron churros, pero rechazó el convite y se perdió el show del pequeño Isaac Giménez, que ante Alfonso Rueda se arrancó por Camarón con "Como el agua". Tanta aglomeración alrededor de los candidatos y políticos llamaba la atención. "¿Qué pasa? ¿Le dio un mareo a alguien?", preguntaban los despistados.

El acto electoral arrancó en la plaza de España, donde el PP instaló una carpa de reparto de propaganda que rápidamente se convirtió más en un parque infantil, con los juegos para niños con gran triunfo de la jornada. Rueda se atrevió a jugar una partida de futbolín y salió perdiendo frente a Leo.

No todas fueron de cal en el recorrido matutino de los populares. Tuvieron que lidiar también con el enfado de vecinos que no dudaron en reprocharles algunas de las medidas adoptadas en su etapa en el gobierno. Una emigrante retornada se mostró molesta por tener que tributar por su pensión en el extranjero, tildándolo de "escándalo". Y no fue la única, si no que fueron varias las personas que rechazaron explícitamente coger las papeletas que les ofrecían. "En la calle, lógicamente, se oye de todo. Es normal, hay gente a la que le parece bien lo que hicimos y otra no", comentó Alfonso Rueda, que se mostró partidario de que en Galicia gobierne el partido que "gane" las elecciones. En base a las encuestas, incidió, "tenemos posibilidades de conseguir la mayoría absoluta, pero tenemos que trabajar hasta el último momento" para evitar sorpresas desagradables el 25-S, "explicando bien lo que hicimos mientras gobernamos y lo que quiere hacer Núñez Feijóo" los próximos cuatro años.