Más de 300 militantes y simpatizantes del PSOE ourensano compartieron ayer mesa en Expourense con el secretario general del partido, Pedro Sánchez, en una comida mitin en la que se aparcaron diferencias. Ni rastro (aparente) de la polémica por los retoques en la candidatura introducidos a última hora por Ferraz ni de la indignación que horas después del "cambiazo" mostró el sector provincial, crítico con la gestora. La secretaria de Organización, María Quintas, desplazada del puesto 3 al 5, llegó a censurar el comportamiento del partido por "no ejercer la democracia" y obviar la consulta a la militancia declarándose "estafada y defraudada".

Fue la número 1 por Ourense, Noela Blanco, exultante y cargada de energía, la que tomó la iniciativa y quiso escenificar la unidad ante el líder, Pedro Sánchez. "Creo que esto rompe el protocolo pero quiero que toda la candidatura esté aquí conmigo porque este es un proyecto común", dijo nada más subirse al atril.

Respaldada por todos ellos y el aplauso de la militancia, Blanco pronunció un discurso cargado de fuerza en el que repasó los peores indicadores de la provincia, pasando por la elevada tasa juvenil, la cuantía de las pensiones (las más bajas del Estado) o el hecho de que el 50% de la población se concentre en la capital. "No es que aquí haya caído un meteorito ni nada parecido, el problema que tiene Ourense es que el PP gobierna en la capital, en la provincia, en la Xunta y en el Gobierno de España", apuntó. "Ourense existe, no somos una provincia de segunda", exclamó

Ernest Lluch, Pedro Zerolo o el alcalde de la capital de As Burgas represaliado, Manuel Suárez, pasaron por el discurso de Noela Blanco antes de dar paso al candidato a la presidencia, Xaquín Fernández Leiceaga, que incidió en las cifras del paro y el desempleo femenino. "Este es el legado que nos dejó Feijóo", a quien acusó de "esconderse y evitar salir en las fotos con Rajoy y Baltar, cuando son dos caras de la misma moneda". De hecho, alertó del "efecto letal" de las políticas de Feijóo en Galicia en combinación con las desarrolladas por Rajoy para España y por Baltar en Ourense. Propone un gobierno del cambio para construir una Galicia "más fuerte, más moderna y con más futuro", frente al "camino de la resignación de Feijóo y del retroceso en los servicios públicos". Leiceaga ironizó sobre la promesa del parque acuático realizada por el candidato del PP para Ourense y dijo, "menuda broma, salvo que quiera que lo utilicen los helicópteros para coger agua contra los incendios".

Eran las 15.30 horas cuando Pedro Sánchez tomó la palabra: "Ya tendréis hambre, vamos a ser breves", dijo, pero se extendió más de 20 minutos en los que evocó a Pablo Iglesias, ("el padre fundador", matizó), arremetió contra la corrupción política y recordó que "Feijóo es más del PP que las gaviotas". Propuso "luchar contra las encuestas" y movilizar al electorado porque "la victoria es posible", y "esta tierra merece un futuro mejor que el que ofrece el PP", señaló.