Ana PontónEn MareaCiudadanos

Más de 2,7 millones de gallegos están llamados a las urnas el 25 de septiembre en un escenario político marcado por el cansancio y la irritación de muchos votantes por el bloqueo político para formar Gobierno en Madrid. Galicia debe elegir entre dar continuidad, con un tercer mandato, al Ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo o apostar por un gobierno multicolor de izquierdas.

El PP parte con ventaja en las encuestas. Nadie discute ya que serán el partido más votado. Lo que los populares se juegan en campaña es ver hasta qué punto han sufrido el desgaste de su acción de gobierno, una gestión que ha estado marcada por la crisis y los recortes. En el peor de los escenarios los votantes pueden castigar al PPdeG y dejarlo sin mayoría absoluta. Solo Ciudadanos, si consigue entrar en el Parlamento, podría servirle de apoyo para sostenerlo en el poder. Pero los populares gallegos -tal y como vaticina el encuestas.html' target='_blank'>sondeo del CIS- podrían conservar intactos los 41 escaños que tiene en la Cámara autonómica, lo que convertiría a Feijóo en imbatible, no solo por haber gestionado la crisis sin pagar factura por ello, sino por revalidar su hegemonía en Galicia en un momento en el que el PP en el conjunto del Estado atraviesa horas bajas y no logra mayorías absolutas.

En la campaña Feijóo explotará la baza de la estabilidad, intentando contener el desgaste de sus políticas de austeridad y alejándose de los escándalos de corrupción que salpican a su partido a nivel nacional. Y, por su parte, la oposición se esforzará en forjar una alternativa de gobierno, apelando a quienes peor lo pasaron durante la crisis, y aparcando las tensiones internas que tanto los han debilitado en precampaña. La máxima será todos contra Feijóo y, de momento, guante blanco entre ellos, conscientes de que están condenados a entenderse si quieren llegar a la Xunta.

Los líos internos de PSdeG-PSOE y En Marea podrían haberlos desgastado más que los recortes a Feijóo, a tenor de la encuesta del CIS. Los socialistas se juegan la remontada, tras perder fuelle en las últimas convocatorias electorales, y mantener su primer puesto como líderes de la izquierda. Un nuevo fracaso podría terminar por hundir al partido, ya debilitado y enfrentando por los desencuentros que hubo en la la confección de las listas.

En Marea amenaza con adelantar al PSOE y convertirse en la segunda fuerza más votada. Según la encuesta del CIS, habría un empate técnico entre las dos fuerzas. Del resultado en estas autonómicas dependerá que el pegamento que ha unido a Podemos, Anova y EU se solidifique o se agriete y se reaviven las desavenencias entre los socios.

El BNG afronta la campaña con unidad pero bajo mínimos pues muchos de sus activos políticos y votantes se han fugado a En Marea. A Ana Pontón le tocará intener contener la sangría de votos de los últimos comicios y mantener su representación en la Cámara. Por su parte, Ciudadanos aspira a lograr entrar en el Pazo do Hórreo y poder ser decisivos en caso de que Feijóo pierda la mayoría absoluta.

Los gallegos podrán elegir en las urnas entre un total de 20 partidos, aunque solo seis de ellos tienen opciones reales de entrar en el Parlamento.