El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha hecho este domingo un llamamiento al diálogo al PSOE "sensato", que "quiere avanzar" y que "entiende España", frente al que "comparte hoja de ruta con el PP, con Ciudadanos y con el bloque inmovilista", al tiempo que ha dejado claro que las prioridades de su formación siguen pasando, por un lado, por resolver la "emergencia social", y por otro, la cuestión territorial "por vías democráticas", es decir, a través de un referéndum en Cataluña.

"Hay dos partidos socialistas, uno que está con el PP y otro que querría avanzar. Nosotros les debemos tender la mano", ha afirmado al inicio de la primera reunión del Consejo Ciudadano tras las elecciones generales, durante la exposición de su informe político sobre la situación de Podemos, sus resultados, y los escenarios que se abren tras los comicios.

Uno de estos escenarios, según ha advertido Iglesias, es el de la "gran coalición" entre el PP, Ciudadanos y el PSOE que apuesta por el "inmovilismo", sector que representan a su juicio algunos barones socialistas como los presidentes autonómicos de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; el de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; y la de Andalucía, Susana Díaz.

"La duda es si el PSOE se va a prestar a esto y va a jugar con las excusas. No es el escenario que queremos, nosotros tenemos siempre que tender la mano para explorar la posibilidad de que el PP no gobierne", ha insistido, al tiempo que ha exigido al PSOE que "deje de hacer teatro" y diga "qué es lo que quieren hacer".

Llamada al diálogo

En tono solemne y con corbata, Iglesias ha llamado al diálogo a los "sectores sensatos" del PSOE, que "entienden que lo que toca es la emergencia social y asumir que la unidad de España se tiene que construir desde el diálogo y la asunción de que esa unidad se tiene que ganar en el terreno de la democracia, no de la imposición".

"Que digan claramente si van a permitir que Rajoy gobierne o van a dialogar sin unas líneas rojas que nos dejan claramente sin interlocutores", les ha reclamado, en alusión a la exigencia del PSOE a Podemos de que renuncie al referéndum en Cataluña para sentarse a dialogar.

Ha subrayado que Podemos "claro que defiende que en Cataluña haya un referéndum" y ha incidido en que esa posición es la misma que mantenían los socialistas hace dos años "por activa y por pasiva defendiendo fórmulas de consulta pactada".

"Nos queda la duda de qué va a hacer el PSOE y seguimos tendiendo la mano para que los sectores más sensatos, a los que por desgracia nos les dejan abrir la boca, digan de qué lado están", ha insistido, tras sostener que su defensa del referéndum no significa que Podemos tenga "líneas rojas", sino "responsabilidad para asumir las claves que van a marcar el futuro".

Iglesias ha dibujado tres escenarios que se abren tras el 20D; el primero, el de la "gran coalición" PP-PSOE-Ciudadanos, con distintas modalidades: que los tres estén activamente en esa coalición o que el PSOE permita un gobierno del PP "por pasiva", es decir, "absteniéndose en la investidura, con un cambio de líder y buscando suerte en unas nuevas elecciones dentro de un año".

Pablo Iglesias ha subrayado que ese es el escenario preferido por Merkel, por las empresas del Ibex35 y por jefe del Estado y que, si Artur Mas es investido con el "apoyo mínimo" de la CUP, eso "podría crear más incentivos en el PSOE para sumarse a la gran coalición de la restauración y el inmovilismo".

"Gobierno alternativo al PP"

El segundo escenario que ha planteado es el de un "gobierno alternativo al PP", el cual implica el "abandono de posiciones inmovilistas" por parte del PSOE y dar prioridad a las cuestiones de "emergencia social", mientras que el tercero sería el convocar de nuevo elecciones.

Tras asegurar que este último no es el que ellos desean, ha apostado a que Podemos las afrontaría con "posibilidad de ganarlas".

Ante los 80 miembros del Consejo Ciudadano, ha propuesto cuatro "líneas de trabajo", empezando por "dejar claro que no van a entregar el Gobierno de España a Rajoy" y que "asumirán el liderazgo de impulsar el diálogo entre las fuerzas políticas que puedan hacerle frente, pese a las parálisis de los que señalan todo el tiempo líneas rojas".

Ha considerado fundamental que su formación siga impulsando el protagonismo de la sociedad y que consiga con su presencia en el Congreso que "nunca más vuelva a ser un parlamento de privilegiados de espaldas a la ciudadanía", y abordar "desde ya" una agenda parlamentaria, con la prioridad de una "ley 25 de emergencia social, que va a servir para retratar a todo el mundo".