Tan sólo el 30% de los trabajadores españoles con más de 25 años ha comenzado a preparar su jubilación y, además, los que no lo han hecho aseguran que no lo harán hasta acercarse a los 50 años, según indica el avance del IV Estudio Internacional de Jubilación del grupo AXA, que analiza la situación de España y otros 25 países.

Este dato supone un retroceso de nueve puntos porcentuales en el número de ahorradores, ya que en 2006 las personas en activo que habían comenzado a preparar su jubilación alcanzó el 39%. Las cifras reflejan, además, una clara diferencia con la media de todos los países encuestados, que alcanza el 54%.

A pesar de esta situación, que la aseguradora calificó de "falta de previsión", los españoles creen que el nivel de ingresos después de dejar de trabajar será inferior al salario actual y que la Seguridad Social tiene problemas y será reformada en los próximos años. Con la situación actual, los ingresos medios por jubilación de 1.118 euros para el conjunto de España no son suficientes para cubrir los gastos de la vivienda, que alcanzan los 1.155 euros. Además, el estudio incide en que no es hasta los 54 años cuando el número de personas que ahorra para la jubilación es superior al que no lo hace.

El dinero que se dedica al ahorro es de 196 euros al mes, 12 euros menos que en 2004 y por encima de lo que hicieron los mayores. Los jubilados afirman, en 2007, que dedicaban a la jubilación un ahorro mensual de 115 euros, menos de la mitad que hace cuatro años (303 euros). Axa confirma en su estudio que en los trabajadores pesa mucho el tratamiento fiscal y el asesoramiento profesional. Desde comienzos de año, la nueva ley del IRPF ha eliminado la reducción del 40% si el plan de pensión se cobra en forma de capital. Mientras, para quienes ya no trabajan influyeron más los aspectos como la edad, matrimonio o enfermedad grave.

Los españoles demuestran una "clara aversión al riesgo" y prefieren recibir menos dinero si con ello evitan posibles pérdidas. La búsqueda de la seguridad en las inversiones es aún más intensa entre los jubilados que en los trabajadores que, aunque de forma aún tímida, están dispuestos a correr riegos, valora Axa.

El estudio desvela que el 78% de los trabajadores y el 81% de los jubilados opta por una rentabilidad mínima pero sin riesgos financieros, frente a otra que sea alta pero arriesgada, con porcentajes por encima del 71% y del 70% de la media de la encuesta.