El grupo automovilístico francés PSA Peugeot-Citroën planea realizar nuevas inversiones en Rusia para aprovechar el crecimiento de este mercado y evitar el riesgo financiero que supone exportar coches a este país desde la zona euro.

El presidente de PSA, Christian Streiff, informó ayer en el Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt que el consorcio está a punto de tomar una decisión sobre la localización de una planta que podría producir unos 300.000 vehículos al año.

Streiff indicó que San Petersburgo ha quedado descartado como posible emplazamiento de la factoría, de forma que PSA estudia otras dos o tres posibles localizaciones para este proyecto.

En esta misma línea estratégica, el presidente de Renault, Carlos Ghosn, también explicó que la empresa debe tomar una decisión sobre su proyectada joint venture en Rusia. Una posibilidad es asociarse con la empresa local Avotvaz, con la que la firma del rombo mantiene negociaciones.

Ghosn explicó que Renault necesita "urgentemente" producir coches en Rusia para evitar la penalización que genera la fortaleza del euro, por lo que se plantea implantar su propia factoría o asociarse con una empresa local.