Si no hay un acuerdo pronto con la patronal para volver a poner la negociación colectiva en el epicentro del mercado laboral y una subida de salarios acorde al crecimiento de la economía los sindicatos están dispuestos a salir a la calle. Más. Hoy mismo las centrales mayoritarias tienen convocadas movilizaciones de presión en todo el Estado y CC OO en Galicia celebra una asamblea nacional con el mismo objetivo, el de hacer fuerza para desbloquear el diálogo entre los agentes sociales. La nueva dirección de la organización en la comunidad con Ramón Sarmiento a la cabeza acaba de cumplir un año y tiene muy claro que una parte de esas desigualdades sociales que aspiran a combatir vienen de la propia actuación de los sindicatos. O, mejor dicho, de la falta de unión entre ellos.

Hay, dice CC OO en Galicia, "múltiples causas" para explicar la brecha de crecimiento en la región respecto a España tras la crisis y las también "importantes diferencias negativas con la media" en "el modelo productivo, niveles retributivos o calidad del empleo". "Pero en la parte que nos afecta más directamente liga con las dificultades para articular una respuesta sindical unitaria -señala-. El actual mapa sindical gallego erosiona las posibilidades de impulsar un crecimiento sostenible, más integrador e igualitario".

La contundente reflexión sirve de arranque al informe anual aprobado por el Consello Nacional de CC OO, compuesto por 75 responsables sindicales, el pasado día 15. Como telón de fondo está la convocatoria de huelga general por parte de la CIG para el próximo 19 de junio. "Podríamos ponernos de perfil, pero no", explica Sarmiento. Porque consideran que la medida "no ayudará en nada". Todo lo contrario, sostiene el secretario xeral del sindicato.

"Aunque la competitividad de nuestra economía mejora desde 2013, en la calidad de vida de los trabajadores se mantienen implacables los elementos de desvalorización al amparo de la reforma laboral", describe el documento, muy crítico además con la ley de implantación empresarial impulsada por la Xunta y sobre la que lo único positivo que saca CC OO es "el reconocimiento expreso de las dificultades de nuestra nación" para desarrollar proyectos industriales. No es una cuestión menor para CC OO, dada la importancia que la captación de inversiones tiene ante la era 4.0. "Deteriora gravemente las posibilidades de incorporarnos con una estrategia de país -alerta la central- a los cambios globales de la digitalización y automatización de la economía".

Sobre la ocupación, CC OO reconoce que crece, "pero es de tan poca calidad que no puede considerarse trabajo". El análisis destaca la elevadísima temporalidad de la contratación y la parálisis de la negociación colectiva: están pendientes de constitución o negociación más de la mitad de los convenios con vencimiento el 31 de diciembre de 2017. "Salvo excepciones, la efervescencia social tuvo menos penetración en el ámbito de la negociación colectiva -indica-, y se mantiene una tónica general caracterizada, tal vez, por un exceso de prudencia en las plataformas reivindicativas". Otro motivo de autocrítica.

CC OO ve un caldo de cultivo en estos momentos en la comunidad para recuperar la reivindicación en las calles gracias al éxito de la huelga feminista del 8 de marzo, las protestas protagonizadas por los pensionistas e, incluso, la respuesta de la ciudadanía ante los incendios del pasado octubre, las movilizaciones contra la reforma de la ley de salud, la de los empleados autonómicos de justicia y la batalla de los falsos autónomos en el sector cárnico.

No se trata, según Sarmiento, de que los sindicatos dejen de competir en Galicia. "Hay margen para hacerlo, pero sin atravesar determinadas líneas como la defensa de las cuestiones estratégicas para el territorio", señala. Como ejemplo pone el secretario xeral de CC OO "la contribución enorme" que las centrales pueden desarrollar para "la localización de inversiones a largo plazo". "Generar espacios de concertación", insiste Ramón Sarmiento, en línea con lo que marca el informe anual del sindicato: "Nuestros propios retos, las transformaciones globales, tecnológicas, de organización y de gobernanza del trabajo requieren de un intenso diálogo entre sindicatos, de una concreción elaborada en la propuesta, de movilización organizada, de estrategias compartidas en la negociación y, lo más importante por mucho que les pese, de acuerdos que contribuyan a mejorar la situación de la clase trabajadora en Galicia y las expectativas de nuestra juventud".

Frente a esas dificultades reconocidas para hablar, CC OO quiere que sean los trabajadores los que acaben demandando la unidad. "No somos -incide Sarmiento- partidos políticos".

Ramón Sarmiento . Sec. Xeral de CCOO Galicia

"Ante la convocatoria de huelga general de la CIG podríamos ponernos de perfil, pero no. No ayudará en nada"

"Hay margen para la disputa sindical, pero sin atravesar líneas como la defensa de cuestiones estratégicas"