Marruecos ya es la referencia africana en cuanto a la producción de coches. El país magrebí ha superado a su principal competidor, en la otra punta del continente, Sudáfrica, al alcanzar una producción de 345.000 vehículos el año pasado. Pese a que siguen siendo cifras muy inferiores a las que se manejan en España -solo en Vigo la planta del Grupo PSA ensambló 435.000 unidades-, el tirón del motor marroquí ha hecho que la fabricación se doblara en tan solo cuatro años y a falta de contar con los vehículos realizados por las marcas del Grupo PSA y de la china BYD, con sendas plantas en desarrollo. De todo ello seguirán beneficiándose los proveedores gallegos o con presencia en Galicia, como por ejemplo la viguesa Viza, con dos factorías en la zona de Tánger.

Según el medio especializado sudafricano IOL, la industria del país fabricó el año pasado 331.000 vehículos, es decir, 14.000 menos que los realizados en Marruecos. Según Norman Lamprecht, gerente ejecutivo de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles de Sudáfrica (Naamsa), el motivo de este adelanto por parte de Rabat se debe a su proximidad de Europa, lo que "representa una amenaza para la industria de automoción sudafricana" y que supone un atractivo para los fabricantes. Así, allí está implantado en Tánger un importante polo de proveedores que dan servicio a la factoría de Renault Nissan, zona en la que también se construirá la factoría de la china BYD, anunciada en diciembre y que hace vehículos eléctricos.

Antes se instalará la planta del Grupo PSA en otra zona cercana a la capital Rabat, Kenitra. Prevista para 2019 y en pleno proceso de construcción, la firma prevé fabricar unos 200.000 vehículos al año y unas compras de componentes de 850 millones de euros para 2020 y por encima del millar en 2022. En la zona cuenta con 62 proveedores, algunos de capital gallego.

Viza Automoción, fabricante vigués de armaduras de asientos y el mayor proveedor de automoción de capital 100% gallego, es parte activa de este éxito del país magrebí al disponer de dos plantas en Tánger. La empresa viguesa cuenta con unos 360 trabajadores en la zona y es proveedor exclusivo de este tipo de piezas para la megaplanta de Renault. También allí están las gallegas Hispamoldes, en alianza con CIE Automotive, y la ingeniería Itera Técnica, así como otras firmas con una trayectoria consolidada en la comunidad gallega, como es el caso de Denso, Plastic Omnium, Antolín (Lear Corporation), MGI Coutier o Faurecia.

Junto a estas firmas presentes tanto en Galicia como en Marruecos (y en algunos casos también Portugal), el país africano se ha convertido en una referencia para captar a firmas de todo el mundo relacionadas con el motor. La última es la japonesa Furukawa, que la semana pasada inauguró una planta de 22 millones de dólares (unos 18,3 millones de euros) y 31.000 metros cuadrados para proveer a las empresas de materiales electrónicos.

Según explicaron a mediados del pasado mes desde la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime), al menos 25 empresas gallegas estudian su desembarco en suelo marroquí, primer destino no europeo de las exportaciones que se realizan desde la comunidad.