La fusión de todas las marcas con las que hasta ahora operaba Adolfo Domínguez en una sola enseña, la original, tendrá un coste laboral. El grupo textil prepara un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 110 empleados, según anunció ayer en un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Habrá despidos, movilidad y cambios de las condiciones de trabajo para el 8% de la plantilla, aunque la compañía no concreta cuántos estarían en cada caso. Para conseguirlo se apoyará en "causas económicas, productivas y organizativas". "Este plan será debidamente comunicado a los trabajadores que se vean afectados y a sus representantes, iniciándose el preceptivo periodo de consultas", señala en el hecho relevante, subrayando que su ejecución se hará "de forma responsable, ordenada y consensuada", además de conforme "con lo previsto en la normativa laboral".

La mítica firma de moda gallega avanzó ya en su reciente presentación de resultados que el siguiente paso en su reinvención interna después de los muchos problemas vividos en los últimos años con las ventas y que desencadenaron el descabezamiento de la cúpula directiva y la entrada de Adriana Domínguez, hija del fundador, en la dirección general a mediados del pasado año, era la unificación de las marcas. Disponía de tres: Adolfo Domínguez, U y AD+. Las dos últimas desaparecen y toda la producción se comercializará bajo la insignia que da nombre al grupo con sede en Ourense, en la que se reforzará la presencia de tallas grandes y prendas juveniles, los dos mercados a los que se dirigían las marcas eliminadas.

"El proceso persigue generar eficiencias en diversas áreas del sistema de producción y una mejora de la tesorería que se consolidarán, previsiblemente, en los próximos ejercicios", explica la textil. De hecho, no prevé un "impacto significativo" en este año fiscal por "los costes asociados a la puesta en funcionamiento del plan de fusión", incluidas las indemnizaciones que tendría que pagar a los que salgan de la compañía.

Adolfo Domínguez quiere "adecuar" la plantilla, actualmente con 1.325 efectivos, a la unificación de marcas, "cuyo objetivo es acabar con las duplicidades existentes, principalmente en los espacios situados en centros comerciales". Los primeros establecimientos que pasarán a vender solo la marca primitiva serán los de Fuencarral (Madrid), Málaga, Canarias, Miranda del Ebro y Torrelavega, además de una reforma integral de la flagship de Paseo de Gracia, en Barcelona, que abrirá sus puertas en otoño.

La llegada de Adriana Domínguez al timón supuso un giro de 180 grados. Recuperó las campañas de publicidad con imagen de marca y echó mano de rostros muy conocidos del cine y la televisión, como los actores Inma Cuesta y el gallego Luis Tosar, en un intento de recuperar la esencia de lo que fue Adolfo Domínguez en sus inicios, cuando consiguió fama mundial bajo la defensa de la belleza de la arruga y abanderó el histórico Made in Galicia de la industria de la moda. Además del posicionamiento comercial, la obsesión del nuevo equipo directivo es reestructurar el balance y la cuenta de resultados, que entró en números rojos en 2010.

En su último ejercicio fiscal, que acaba de cerrarse, la textil alcanzó una facturación de 114 millones de euros y una mejora del 75% en su resultado operativo, que pasó de -8,7 millones a -2,2. También se redujeron con fuerza las pérdidas, un 70%, hasta los 6,7 millones de euros. Cuando complete el plan de ajuste, la red estará formada por 416 tiendas.