Adolfo Domínguez precedió a Inditex a la hora de cotizar en Bolsa. Saltó al parqué en 1997, cuatro años antes que la matriz de Zara, con un target definido y frente al que no tenía excesiva competencia. En 2006 alcanzó un valor bursátil (capitalización) de 429 millones de euros, un tercio por encima del de Pescanova y casi a la par que Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF). La primera cayó en desgracia; la segunda vale 1.400 millones. Adolfo Domínguez apenas llega a los 57 millones de euros de capitalización, aunque casi ha duplicado este valor en los dos últimos años.

Pero, ¿qué le ha pasado al precursor de la moda gallega a gran escala? ¿Por qué se deshilachó su modelo? El punto de partida es el año 2006. Tenía 400 tiendas por todo el mundo, 68 más que el año anterior, con una apuesta fuerte por el mercado español -era época de vacas gordas para el consumo y la financiación bancaria- y el japonés, donde duplicó su presencia física en doce meses al pasar de 20 a 30 puntos de venta. No eran franquicias, su inmovilizado (inversión neta) crecía un 40% interanual. Sorprendían algunas de sus aperturas, como una gran tienda de la marca U en una calle periférica de Santiago de pisos para estudiantes. No duró mucho. Pero las ventas iban bien, con casi 182 millones de euros, y rozó un resultado neto de 29 millones.

La apuesta de crecimiento a base de financiación bancaria, sin fondos propios, duró lo que fueron capaces de aguantar Lehman Brothers, Fannie Mae, Freddie Mac y el resto de fichas de dominó que fueron cayendo con el colapso financiero de 2008. Los gastos financieros pasaron de 221.000 euros de 2008 a los 1,3 millones de 2009, un umbral que se mantuvo en 2016 (1,6 millones) y que rebajó el año pasado (530.000 euros). Solo la venta de activos (inmuebles) salvó a Adolfo Domínguez en 2015 del quinto año consecutivo de números rojos. Vendió el edificio del Paseo de Gracia de Barcelona por 45 millones de euros. En el primer trimestre fiscal de 2016 obtuvo 1,2 millones por un inmueble del Paseo de la Habana de Madrid. En 2017 redujo las pérdidas un 70%, pero continuó en la senda de números rojos con -6,7 millones de resultado neto.

Eso sí, con una senda de mejora incuestionable: las ventas han crecido un 3%, con un tirón fuerte del canal online. Ahora reducirá los puntos de venta de 472 a 416 por la fusión de sus marcas U y AD+ en Adolfo Domínguez.