La Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) volverá a tratar -al tercer intento- de dar carpetazo a una crisis que ha costado en los últimos tres años la cabeza del vigués José Manuel Fernández Alvariño, el ourensano Antonio Dieter Moure y el coruñés Antón Arias. También el lucense Jaime López tuvo que abandonar la secretaría general remunerada por las reticencias de las patronales de Pontevedra y Ourense. La nueva oportunidad - "la última", creen fuentes de la organización- se producirá el 20 de julio. Será entonces cuando celebre los terceros comicios desde enero de 2016.

El objetivo que se ha marcado la CEG, que desde la dimisión de Arias está gestionada por la Junta de Vicepresidentes (los líderes de las patronales provinciales), es de contar con un líder "de consenso" y "persona de reconocido prestigio empresarial". "El consenso es la única solución, y es relativamente fácil de alcanzar. El problema es mantenerlo", lamentan las mismas fuentes. De momento no ha habido movimientos, aunque en Pontevedra aseguran tener "banquillo" mientras esperan que el ourensano José Manuel Pérez Canal quiera dar un paso al frente. "La de ahora sería su última oportunidad si de verdad aspira a presidir la CEG". Los interesados podrán formalizar su candidatura hasta el 13 de julio, tal y como marcan los estatutos.Porque tanto la vida ordinaria de la patronal gallega como el proceso electoral seguirán bajo el amparo de los antiguos estatutos, que Arias trató de reformar sin éxito. Serán 183 los vocales con derecho a voto, y la confederación de A Coruña volverá a ser la que más electores tenga, con 40. Le siguen Pontevedra y Lugo (32 vocales cada una), por los 30 de Ourense.