Galicia no ha podido de momento situar la cifra de desempleados por debajo de las 180.000 personas, umbral que se rebasó por primera vez en 2010 tras el primer petardazo de la doble recesión. Crisis de la que el mercado laboral no se ha recuperado todavía: es necesario crear 139.000 puestos de trabajo más para recuperar los valores previos al crac. La recuperación sí es progresiva, pero lenta. En el último año, según los datos de Encuesta de Población Activa (EPA) difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), Galicia creó 16.500 empleos. Eso sí, la mayoría circunscritos al sector público. Las administraciones elevaron la ocupación hasta las 239.800 personas, afianzándose como segundas empleadoras de la comunidad. Crearon puestos de trabajo a razón de 30 cada día (10.700). También incrementaron plantilla en la industria (5.100 ocupados más) y la hostelería (8.100), apuntalando también lo que se denomina terciarización de una economía; el peso del empleo es cada vez mayor en el sector de los servicios, frente al retroceso -o menor crecimiento- de las manufacturas y el extractivo (agricultura y pesca). El servicios es el sector con salarios más bajos.

En el trimestre el paro subió en 4.400 personas, lo que supone un alza del 2,41%, y se destruyeron 5.600 puestos. De hecho el incremento de Galicia fue el séptimo mayor del Estado, donde el paro se elevó en menos de un punto. La tasa de paro se quedó en el 14,7%. Esta dinámica positiva no se dejó notar en la agricultura o la construcción, y de hecho el ladrillo rompió con la tendencia de los últimos trimestres al reducir la ocupación por debajo de las 66.000 personas. Las actividades inmobiliarias, las que dependen de la compraventa directa, duplicaron su cifra de empleados en un año. Tampoco recaló en el desánimo de muchos desempleados ya que aumentó la cifra de personas que no buscan empleo por temor a no encontrarlo: ya son 23.000, y casi todas (13.900 son mujeres). Una cuarta parte de los parados gallegos tiene estudios superiores, y la mayoría solo acredita la ESO.

En el conjunto estatal, el paro subió en 29.400 personas en el primer trimestre del año, lo que supone un 0,8% más que en el trimestre anterior, hasta situarse el total en 3.796.100 desempleados. La tasa de paro se incrementó dos décimas, hasta el 16,74%, mientras que la tasa de actividad bajó tres décimas, hasta el 58,46%, tras reducirse el número de activos en 94.700 personas entre enero y marzo (-0,4%), su mayor descenso en un primer trimestre desde el ejercicio 2015. Por sectores, el desempleo solo bajó entre los parados de larga duración (más de un año en el paro) y en el colectivo de quienes buscan su primer empleo. En concreto, el paro de larga duración se redujo en 37.400 personas respecto al trimestre anterior (-2,3%), en tanto que los que buscan su primer empleo recortaron su número de parados en 46.900 personas (-11,7%).

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En sentido contrario, donde más subió el paro en valores absolutos fue en los servicios, con 91.300 parados más que en el trimestre anterior (+7,4%), seguido de la industria, con 8.600 parados más (+4,9%); de la agricultura, que sumó 7.600 (+3,8%), y de la construcción, con 6.300 más (+4,2%).

Menos salario

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) aprovechó ayer la divulgación de estos datos para defender que se sigan impulsando las medidas de flexibilidad laboral, de forma que se evite que el incremento de los costes laborales "obstaculice el crecimiento sostenido del empleo". En la práctica, una moderación salarial que choca de frente con las peticiones de los sindicatos y con multitud de expertos y estudios de toda índole.