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El naval gallego lidera los nuevos contratos en la UE, con más de 20 pedidos el año pasado

Acaba 2017 con más de una veintena de pedidos, los mismos que Holanda pero con más carga de trabajo -La industria global acusa el retroceso en China, Japón y Corea del Sur

Simón Espinosa

El de 2017 no fue un buen ejercicio para la industria global de construcción naval: la cartera de contratación se redujo un 15% y amplió todavía más distancias con los años precrisis, cuando los astilleros de todo el mundo llegaron a alcanzar las 11.729 unidades pendientes de entrega; a 31 del pasado diciembre eran menos de 4.800, según los datos de la consultora especializada IHS Fairplay y la patronal europea Sea Europe. Pero esta ha sido una tendencia "claramente lastrada por países como Japón y Corea, cuyas carteras cayeron un 26% y 19%, respectivamente", aclara el adjunto a la CEO de Pymar, José Francisco Fernández Aparicio. Porque en el viejo continente sí hubo aumento de pedidos, sí creció el volumen de actividad y, sobre todo, porque el naval gallego escaló a la primera posición de la Unión Europea en nuevos contratos.

A los 13 buques encargados y computados por el Ministerio de Industria hay que añadir otra docena de barcos ya asignados y que ya han entrado en vigor, como los siete pesqueros de Armón (Vigo y Burela) para Nueva Pescanova, los fresqueros para la argentina Moscuzza o el oceanográfico que reemplazará al Belgica y que construye Freire Shipyard (para el Royal Belgian Institute of Natural Sciences). Solo durante los tres primeros trimestres del año los astilleros se adjudicaron encargos por 500 millones de euros, como avanzó FARO en exclusiva. El alza de la actividad propició un incremento del 24% en la facturación y el empleo del sector en Galicia, de acuerdo al balance del clúster Aclunaga. A nivel de nueva contratación la industria holandesa equiparó a la gallega, pero no así en CGT (arqueo bruto compensado), la unidad habitual del sector para medir el grado de complejidad y tamaño de los buques.

Solo el megacrucero que construye Hijos de J. Barreras para The Ritz-Carlton supera las 43.000 CGT, superior a las de todo el naval de Dinamarca. En este mismo cómputo, eso sí, los grandes cruceros asignados a firmas como Fincantieri aúpan a Italia al primer puesto en cuanto a dificultad y dimensión de los nuevos encargos. A modo de ejemplo: el naval italiano representa el 7,7% de las contrataciones firmadas por los astilleros de todo el mundo en 2017, frente al 1% de España. El ferri de Barreras para Naviera Armas -pendiente de la entrada en vigor- podrán ayudar a reducir este diferencial.

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A años luz están en el extremo oriente, tanto por volumen de trabajo (China, Japón y Corea se adjudicaron casi 700 nuevos buques el año pasado) como evolución, que en su caso es a la baja. El que peor lo ha pasado es el sector nipón, con retrocesos en la cartera de pedidos y en índice de actividad ponderada, un indicador que computa el número de botaduras, puestas de quilla y entregas de buques, hitos que reflejan precisamente el volumen de actividad de esta industria. Solo la recuperación en el segmento de tankers evitó que los surcoreanos ahondasen en la "dramática" caída en actividad que padecieron en 2016.

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