La recuperación se nota en el sector de los áridos en Galicia, aunque menos de lo que les gustaría. La producción durante el pasado año alcanzó las 8,5 millones de toneladas frente a las 7,74 millones del ejercicio anterior, lo que supone un aumento cercano al 10%, el mismo que experimenta la cifra de negocio. La facturación de las canteras de la comunidad pasó de 40,6 millones de euros a 44,6. Todavía lejos, tanto la actividad como las ventas, "del punto de inflexión que se dio en 2015, cuando, con menos explotaciones y empleo, se alcanzaron las 9,64 millones de toneladas y 50,6 millones de euros".

Entonces había 67 explotaciones y 805 trabajadores. En la actualidad, según el balance presentado ayer por la Asociación Galega de Aridos (Arigal), hay 72 canteras y el personal suma 836 personas. Los puestos indirectos son 2.841.

El sector demanda "un mayor impulso de la administración a la obra pública con la mejora de infraestructuras y el cumplimiento de los plazos en la ejecución de los proyectos presupuestados, como el AVE" y critica que "buena parte" del árido para la obra viene de Portugal y Ávila.