El tirón exportador de Galicia no termina de llegar a las pymes y para ello la Zona Franca de Vigo impulsa el programa ViaExterior, con el objetivo de que este actúe de trampolín para las firmas gallegas en su conquista del exterior. 20 empresas presentaron ayer sus proyectos ante representantes de Abanca, Banco Sabadell, XesGalicia y Vigo Activo durante la clausura de la primera edición de esta iniciativa. La delegada del Estado en la Zona Franca de Vigo, Teresa Pedrosa, destacó la necesidad de este tipo de iniciativas para competir en unos mercados cada vez más globales y que "invertir en empresas es invertir en el futuro de Galicia". Desde firmas que cuentan su experiencia por décadas y que buscan un empujón para reforzarse fuera de sus fronteras hasta startups que nacen ya con un ojo mirando hacia el exterior se dieron cita durante este acto.

Entre estas últimas destacan aquellas que se adentran en el nicho de las alimentación saludable. Es el caso de Calabizo. La empresa tiene su cuartel general en el polígono de Porto do Molle con unas instalaciones de 200 metros cuadrados "que ya se quedan pequeñas", comenta su cofundadora Edurne Sendra. Tras su tirón con el boca a boca tanto entre el público vegano como por aquellos que optan por una alimentación más saludable, la empresa se prepara para ganar más perímetro. Se encuentra próxima a cerrar sendos acuerdos "con una cadena de supermercados regional"y "con la principal cadena de alimentación para veganos en Alemania". La compañía, la única en su segmento que es capaz de producir productos que no necesitan ser refrigerados, acaba de registrar su patente.

Para este mismo nicho también se perfila la ourensana Glecex, que combina esta actividad con el desarrollo de cosméticos. Uno de sus productos estrella son los polvos de fruta, que en apenas cuatro gramos son capaces de sintetizar todas las necesidades de antioxidantes para todo un día.

En el lado opuesto se encuentran ya consolidadas como la coruñesa Arias Infraestructuras, que busca avales para contratos de obras en Latinoamérica para, de esta forma, "poder llevar a cabo varias de manera simultánea", como recalcó Fátima Santalla, jefa de su departamento de estudios, o la vilagarciana Tacore, que pretende dar un empujón adicional a su presencia en el exterior. El fabricante de maquinaria industrial ya ha instalado sus aparatos en 47 empresas conserveras de todo el mundo en sus 35 años de historia, pero ahora quiere aprovechar el boom conservero en el sudeste asiático. El auge de la incipiente -aunque necesitada de material- industria conservera de Filipinas y la posibilidad de que alcance un acuerdo de libre comercio con la UE son sus principales reclamos para exportar allí, por ejemplo, sus cocederos de pescado. Su segunda fase en el sudeste asiático vendría con su desembarco también en Tailandia, el mayor productor mundial de atún en conserva.

En las raíces de algunos de los participantes también se encuentra el foco en el medio ambiente. Un ejemplo es la viguesa Resetea, que convierten residuos como los posos de café en un abono para el cultivo de setas. "No nos damos cuenta, pero al descomponerse emiten metano, que favorece el efecto invernadero", explica su cofundador, Iñaki Mielgo, que enmarca su proyecto en el marco de la apuesta por la "economía circular".

Casas de "quita y pon"

Esta apuesta por proyectos sostenibles y respetuosos por el medio ambiente la completa la pontevedresa Proyectopía. La empresa es capaz de levantar, en apenas dos meses, todo un edificio residencial. ¿Cómo lo logra? Con lo que su cofundadora Patricia Liñares, califica de "vivienda modular", que se construye "por piezas" y que permite reducir el consumo energético gracias a su mejor aprovechamiento del calor. A partir de un kit con componentes metálicos de fácil ensamblaje, la compañía ofrece la posibilidad de levantar edificios "a medida". La compañía, que apenas lleva un trimestre comercializando sus productos, pretende dar el salto al exterior de la mano de su principal proveedor, Extrugasa, y hacerse con encargos tanto de promotores como de cadenas hoteleras.

Las cifras de inversión en infraestructuras y en el mercado inmobiliario se recuperan en España, pero sin llegar al extremo de lo registrado en plena burbuja inmobiliaria. Es por ello que las firmas de infraestructuras echan la vista a fuera de nuestras fronteras. La empresa de infraestructuras eléctricas Siel Vigo, que ya participó en las obras de ampliación del puente de Rande y de la nueva sede del Real Club Celta de Vigo, busca pulmón financiero para participar en el alumbrado de la segunda circunvalación de la ciudad de Santo Domingo (República Dominicana).