Ha pasado más de un mes desde la detención del fundador de Blusens, José Ramón García, acusado de delitos contra la propiedad intelectual y de pertenencia a organización criminal tras una denuncia cursada por la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (Egeda), a la que se sumaron tanto LaLiga como Mediapro.

El motivo de la discordia (y denuncia) ha sido el dispositivo WebTV, con el que usuarios podían acceder a contenido audiovisual de manera presuntamente fraudulenta (pirata). Pero el aparato de Blusens se vendía de forma legal y con él se podían visualizar en el televisor otros de forma legítima. Tras un mes con el programa desactivado ha habido un aluvión de devoluciones por parte de usuarios de toda España. A algunos se les ha devuelto el dinero; otros tienen un "pisapapeles" junto al televisor, como denuncian a través de una página de Facebook.