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Anuncio oficial del Gobierno luso

Portugal negocia la rebaja de los peajes para furgonetas ligeras y todocaminos

-Constituye una comisión para que la concesionaria, Brisa, no los penalice por su altura -El importe entre un coche de clase 1 y clase 2 difiere en un 40% para el mismo tramo

Dos camiones circulan por la red viaria de Portugal // ICAL

Son los protagonistas del mercado ibérico del automóvil y las grandes apuestas de Volkswagen y Grupo PSA, locomotoras de esta industria en Portugal. Son los sport utility vehicle (SUV o todocamino) y las furgonetas ligeras, que en el último año han experimentado un alza en las ventas -al otro lado de la raia- del 54% y el 7%, respectivamente, según los datos de la Associação Automóvel de Portugal (ACAP). Pero son segmentos de vehículos penalizados en las carreteras lusas: tienen que pagar los mismos peajes que una furgoneta pesada, un autobús o un camión con remolque. Ahora el Gobierno de António Costa quiere terminar con esta situación, tanto porque son los coches que más están creciendo en cuanto a cuota de mercado (representan ya un 25% del total de las matriculaciones) como porque así lo ha reclamado la industria. "Necesitamos una respuesta antes de finales de julio", advirtió el mes pasado el director general de PSA en Portugal, Alberto Amaral.

La respuesta oficial acaba de producirse a través del Diário da República. Se constituirá una "nueva comisión de renegociación del contrato de concesión" con Brisa Concessão Rodoviária (BCR), concesionaria de las autopistas en Portugal, para la "evaluación de las condiciones" que se aplican a los coches. Lo que pretende Lisboa es que furgonetas (como la nueva Citroën Berlingo y Peugeot Rifter, del proyecto K9) y SUV (como el T-Roc de Volkswagen) se puedan beneficiar de las tarifas más económicas, las de clase 1, que a día de hoy está limitada a los vehículos que no superan los 1,10 metros de altura desde el eje. "Lo que tendría sentido es un sistema que ponderase el principal componente de desgaste [de las infraestructuras], que es el peso, no la altura", zanjó Amaral.

La diferencia entre lo que pagan los coches de clase 1 con los demás es notable, por eso la industria considera que este sistema de tarifas es disuasorio para los modelos que se producen en Portugal, y que además son los de mayor crecimiento también en España. De acuerdo a las tarifas facilitadas por Brisa -antigua participada por Novacaixagalicia-, el trayecto entre Valença y Braga cuesta 6,60 euros para los vehículos de clase 1. Para los de clase 2 el precio se dispara hasta los 11,60 euros; la diferencia es de un 43% para este tramo, de unos 70 kilómetros. El siguiente segmento de vehículos, el de tres ejes, tendría que abonar 14,90 euros, un 30% más, por ejemplo, que las furgonetas que fabrica PSA en Mangualde. El grupo galo estima una producción de en torno a 100.000 vehículos del K9 para el próximo año, de los que un 20% se venderán internamente en Portugal. Esos 20.000 coches son los que se verán afectados por un sistema de tarificación que se remonta a mediados de los ochenta.

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Portugal pretende con esta nueva comisión la "adaptación al actual régimen y a las evoluciones técnicas y reglamentarias del mercado del automóvil". En España, y según las organizaciones de fabricantes y vendedores, los SUV coparon el 35% de las ventas de utilitarios el año pasado (432.147 unidades), una cuota de mercado que duplica la registrada por los todocamino hace apenas siete años. Las furgonetas Berlingo y Partner, ambas fabricadas en Vigo, crecieron por encima del 20% en matriculaciones en España pese a estar en el fin de su ciclo de producción. Y un todocamino, el V20, será la futura gran apuesta de la factoría de Balaídos.

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