El cielo cubierto de pájaros de hierro para vigilar el tráfico, el rastreo de desaparecidos o el transporte de paquetes deja poco a poco de ser una imagen de ciencia ficción. En 2035 volarán por España tantos drones como los habitantes que actualmente suman Vilagarcía y Poio, unos 53.500, según los pronósticos del Ministerio de Fomento en el plan estratégico para el sector presentado hace solo unos días. El Gobierno apuesta por mejorar la competitividad de las empresas que trabajan alrededor de los vehículos aéreos no tripulados, los UAVs, para que "puedan fortalecerse, madurar y crecer" y posicionar al país "como referencia internacional en este ámbito". El impacto económico de la actividad podría alcanzar los 1.220 millones de euros en ese 2035 y superar los 1.500 en 2050. Para eso, Fomento quiere facilitar financiación a través de fondos europeos, coordinarse con el resto de administraciones en la gestión de la seguridad y agilizar la implantación del también reciente real decreto que regula la utilización de los UAVs.

Tanto esta normativa, fundamental para dar alas al uso de los drones, como la hoja de ruta de Fomento al sector pillan a Galicia con un pie por delante. "En los dos casos, la realización de la Civil UAVs Initiative tuvo bastante que ver, a poner de relieve desde su lanzamiento hace tres años el potencial del sector como la necesidad de que fuese regulado a corto plazo", apuntan en la Consellería de Economía, Emprego e Industria, en referencia al polo de drones ubicado en la localidad luguesa de Rozas que tutela a través de la Axencia Galega de Innovación (Gain). Los programas en marcha emplean en este momento a 196 personas, de las que 135 están en Galicia, y la previsión es superar las 440 en 2020, con la idea de que el recinto, hoy una semilla de ideas e I+D, se transforme en un parque industrial.

El real decreto de finales de 2017 para fijar las funciones posibles de los drones consolida, según el departamento que dirige Francisco Conde, "todos los usos que se vienen desarrollando en Galicia desde hace años en los proyectos de I+D y el programa Solucións".

El proyecto arrancó de la mano de Indra y Babcock, socios industriales del Ejecutivo autonómico para el diseño y producción de aeronaves innovadoras. La red de subcontratas está integrada por varios de los grandes centros tecnológicos y firmas con mayor trayectoria en los UAVs de la comunidad: Aclunaga, Acubens, Aeromedia, Centum, Cesga, Cetmar, Coremain, CTAG, Gradiant, CIAR, ITG, Lourizán, Pildolabs, R-Cinfo, S4A Solutions, Sivsa, Software y Soldatec. "Estas subcontratas cuentan con compromisos de contratos por valor de 18 millones de euros", detalla la consellería. Hay 8 que son de Vigo que reúnen 6 millones.

El siguiente plato fuerte del Civil UAVs Initiative son las licitaciones del programa Solucións. A partir de las necesidades detectadas por las diferentes consellerías de la Xunta susceptibles de tener una respuesta a través del servicio de drones, se marcaron varios retos enfocados a la gestión eficiente de los recursos terrestres, la agricultura, la ganadería y la biomasa; los recursos acuáticos; territorio, patrimonio cultural y turismo; y las emergencias. Vehículos no tripulados dedicados a prevenir incendios, vigilar el estado de los bienes culturales, identificar focos de contaminación o llevar cobertura de teléfono o desfibriladores en áreas remotas.

Una vez que se completen los contratos para adaptar los drones a estos perfiles, el empleo directo en el programa alcanzará los 120 efectivos.

"En esta iniciativa, la administración gallega no se limita a adquirir productos. Es socia en los desarrollos y participará activamente en las pruebas y la comercialización", subraya Economía. Precisamente las ventas -como ocurre con el modelo Targus (vigilancia de tráfico), Lúa (de incendios durante la noche) y Lumes (también para el control de fuegos)- "la previsión es que se produzca un proceso de crecimiento de las empresas del sector". La retroalimentación servirá para que Rozas se convierta en un parque industrial "en el que se vayan implantando las empresas que necesiten suelo e instalaciones tecnológicas y aeronáuticas para crecer en Galicia".

En paralelo, el Gobierno gallego resalta los avances que se irán dado en el programa científico para la investigación atmosférica y el estreno de la incubadora de empresas del sector aeroespacial "con el objetivo de que se convierta en una referencia en España y el sur de Europa" desde Porto do Molle, en Nigrán, con la colaboración de Zona Franca de Vigo.