Toys 'R' Us empieza a despejar sus planes de futuro en España. La empresa se encuentra inmersa en una ronda de contactos con posibles interesados en la compra de su filial española, según ha podido saber FARO. La intención que maneja el grupo es acordar su venta y que bien otra cadena de distribución o bien un fondo de inversión interesado decida tomar las riendas de esta compañía y que, opere bajo el paraguas de esta marca, que ya lleva presente 27 años en suelo español.

Ayer tuvo lugar el primer encuentro entre empresa y sindicatos desde que el pasado jueves la empresa iniciase la liquidación de inventarios en Estados Unidos. En ella la dirección del grupo reveló su decisión de que los centros se mantengan abiertos y operando con normalidad a la espera de conocer nuevas noticias sobre los inversores.

"La intención es que la venta garantice la continuidad de la empresa y que permita el mantenimiento de los puestos de trabajo", explican fuentes conocedoras de la negociación. La posibilidad de alcanzar un acuerdo de estas características permitiría preservar los cerca de 1.600 empleos con los que cuenta Toys 'R' Us en toda España, de los cuales unos 80 se generan en Galicia a través de sus establecimientos en Vigo, A Coruña y Lugo.

La solución escogida por Toys 'R' Us para su futuro tanto en España como en Portugal sería más parecida a la de Canadá -el CEO de la empresa, David Brandon, reconoció la existencia de un importante inversor interesado, que a la de Estados Unidos, en donde se ha visto abocada a solicitar la liquidación y a iniciar un proceso de venta desor"denada.

El ladrillo" entra en concurso

La reunión de ayer con los sindicatos para transmitir sus intenciones de cara al futuro se produjo en paralelo a la presentación de concurso de acreedores por parte de su filial inmobiliaria. Se trata de Toys 'R' Us Iberia Real Estate, que ayer presentó su solicitud ante los Jugados de lo Mercantil de Madrid. La sociedad inmobiliaria del distribuidor de juguetes es propietaria de 26 de sus 53 establecimientos y la compañía enmarca el movimiento en su voluntad por "proteger los inmuebles" y por "garantizar su viabilidad en Iberia".

Según los ultimos datos divulgados por la filial inmobiliaria, relativos al año 2016. la empresa contaba con activos inmobiliarios valorados en 86,4 millones de euros y cerró el ejercicio con unos beneficios de 9,2 millones de euros, pero en su informe de gestión ya alertaba de alguno de los riesgos a los que se enfrentaba la compañía.

El primero, la elevada estacionalidad de su negocio. "Aproximadamente el 55% de las ventas y parte de los beneficios (...) se producen en el cuarto trimestre", reflejaba la compañía, que añade que el "sector del retail [distribución] es altamente competitivo", pero en los últimos años aún más como consecuencia de la irrupción de nuevos jugadores a través del comercio electrónico.