El naval vigués necesita adelantarse a las caídas de pedidos de los diferentes tipos de flota para encontrar nuevos nichos de mercado y posicionarse mejor frente a sus principales competidores, como son las factorías asiáticas, aunque también del resto de Europa. Esta fue una de las conclusiones principales que arrojó la jornada sobre el sector celebrada ayer por la Fundación Provigo.

Con la participación de responsables de Hijos de J. Barreras, la auxiliar Regenasa y el centro tecnológico Aimen, la jornada se centró en la capacidad de la industria viguesa para demostrar el know-how en el naval para alcanzar pedidos relevantes, poniendo como ejemplo el crucero de ultralujo de Barreras para The Ritz-Carlton o los oceanográficos que realiza Freire Shipyard.

Los representantes del sector hicieron hincapié en la necesidad de mayor apoyo constitucional para luchar contra las ayudas estatales en astilleros de otros países, además de profundizar en la colaboración en innovación entre factorías y auxiliares para apostar por nuevos proyectos.

Inaugurada por el alcalde Abel Caballero, la jornada fue clausurada por Javier Touza, de ARVI.