Mossack Fonseca, el despacho de abogados que se sitúa en el epicentro de los Papeles de Panamá, se ha visto obligada a echar el cierre. El bufete, que ayudó a personalidades de todo el mundo a crear sociedades offshore, ha cerrado esta semana todas las oficinas con las que contaba en Panamá como en el resto del mundo.

Según detalla el diario Panamá América, la compañía despedirá a 600 empleados y dejará a solo 36 para finalizar las tareas pendientes. A través de un comunicado, el despacho responsabiliza de su cierre al “deterioro reputacional, la campaña mediática, el cerco financiero y las actuaciones irregulares de algunas autoridades panameñas han ocasionado un daño irreparable, cuya consecuencia obligada es el cese total de operaciones”, revelan.

Los Papeles de Panamá implicaban desde jefes de Gobierno como el primer ministro argentino, Mauricio Macri, o el exprimer ministro italiano, Silvio Berlusconi, hasta exministros españoles como José Manuel Soria o Rodrigo Rato. Además, el despacho también se encuentra bajo la lupa de la Audiencia Nacional, que investiga un pago de 150.000 euros de la sociedad Reflex Portfolio, cuyo agente es Mossack Fonseca, a Pablo Fernández Andrade, hijo del expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa.