Si, como pedían los gurús de la economía, el desapalancamiento era una condición imprescindible para salir definitivamente de la crisis y encauzar un crecimiento sostenible, Galicia cumple de sobra. Los gallegos deben a los bancos algo más de 40.000 millones de euros. Una cifra que no ha dejado de caer en picado desde el inicio de la crisis y que ahora se sitúa en los niveles más bajos de los últimos doce años. El ahorro, en cambio, ha mostrado en todo este tiempo en la comunidad una clara tendencia al alza, hasta alcanzar al cierre del pasado 2017 su máximo histórico: por encima de los 61.000 millones de euros. No hay otro territorio en el país con un saneamiento tan alto del bolsillo de sus ciudadanos. Los depósitos de los gallegos superan en 21.000 millones a los créditos en vigor con las entidades financieras.
En la evolución de la economía doméstica en Galicia tiene mucho que ver la tradicional reticencia de los consumidores de la región a endeudarse y la también histórica baja morosidad. Pero, sin duda, los niveles actuales de la financiación al tejido productivo no pueden entenderse sin el cierre del grifo del crédito provocado por la reforma del sector, muy dura aquí por la fatídica fusión de las dos cajas y la venta del Pastor al Popular, hoy en manos del Santander tras su resolución. Los préstamos en Galicia llegaron a saltar la barrera de los 71.000 millones de euros en 2009, a las puertas de la unión de Caixanova y Caixa Galicia. Desde entonces, el saldo se desplomó en unos 31.200 millones. Es decir, Galicia se quedó sin cuatro de cada diez euros en financiación.
En el último trimestre de 2017, el crédito en vigor bajó otro 0,6%; y en todo el ejercicio la reducción fue del 6%, en 2.521 millones de euros. Otra vez Galicia figura entre las autonomías con mayor descenso. Solo le superan Cataluña, que con el impacto económico del procés acumuló una caída del crédito de más del 8%; y Cantabria, donde el descenso fue del 9,9%. La disminución en el conjunto del Estado fue mucho menor, del 2,5%.
En el caso de las administraciones, el retroceso de los préstamos en Galicia durante el año pasado fue del 19,6%, hasta los 1.965 millones de euros, mientras que en el sector privado se redujo un 5,1% y se sitúan en 38.078 millones.
La gran excepción en la merma del crédito en España en 2017 es Madrid. Allí se disparó en casi 30.000 millones de euros -un alza del 6,7%-, prácticamente la misma reducción que Galicia arrastra en los últimos ocho ejercicios.
Salvo en dos regiones -de nuevo, Cataluña, con un desplome del 16%, y Murcia, con una caída del 0,3%-, el ahorro pisa el acelerador. El total nacional fue del 1,1%. Galicia aparece por encima de la media, con un incremento del 2,2%, aunque es uno de los ascensos más discretos del país frente a los registros de Canarias (7,6%), Baleares (7,7%), Valencia (8,8%) o Aragón (11,5%). Aún así, nunca antes hubo tanto dinero en depósitos en la comunidad, 61.076 millones de euros, con un incremento del 5,9% entre las administraciones (2.848 millones) ydel 2% en los hogares y empresas (58.228). Son 1.318 millones más que un año antes, a un ascenso por día de 3,6 millones.
El crédito supone así en Galicia apenas el 65% de los depósitos. El mejor equilibrio de toda España, con un total del 105%, y con comunidades como Canarias, Murcia, Baleares y Andalucía por encima del 120%. En Cataluña las deudas representan el 141% del ahorro.
