Antes y después de la crisis, la excesiva burocracia es una constante en la lista de quejas de los empresarios. Desde los viajes de ventanilla en ventanilla a la inagotable lista de cosas a tener en cuenta para declarar el Impuesto de Sociedades, pasando, sobre todo, por los largos tiempos de espera para abrir la puerta a un nuevo negocio. La Xunta tiene en marcha Doing Business en Galicia, una plataforma abierta a las compañías, emprendedores y autonómos para que comuniquen problemas concretos e incluso propongan posibles soluciones para reducir la carga administrativa. Ese es uno de los objetivos también que busca la reciente Ley de Implantación Empresarial y o la de emprendimiento y competitividad de finales de 2013, donde se incorporó ya la "apertura exprés" de negocios gracias a la presentación en los concellos de una declaración responsable previa en vez de esperar por la autorización de la licencia. ¿Han mejorado las cosas? El colectivo dice que poco. Solo uno de cada diez empresarios se beneficiaron del cambio.

Concretamente, el 10,1% frente a los trámites en la administración central, frente al 46,5% que dice que no. Ante la Xunta, percibe el avance el 11,1% y un 48,3% no. En los ayuntamientos el sí baja al 9,6%, mientras que la negativa roza el 50%, según la encuesta sobre Entorno Empresarial publicada ayer por el Instituto Galego de Estadística (INE). El resto de los consultados asegura que no le afecta en su empresa. Los porcentajes del no en Galicia están entre los más altos -segundos y teceros- de todas las regiones.

Hay mayoría rotunda igualmente sobre la evolución de los trámites que hay que pasar en las administraciones. Solo un 2,1% de los empresarios gallegos apunta que disminuyeron. Para el 63% se mantienen estables y un 10% se queja de que aumentaron.

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Casi dos de cada diez admite que el entorno macroeconómico está sentando bien a la evolución de su negocio. Es el mejor dato desde que se realiza la encuesta, hace cinco años. Todavía un 22% lo ve desfavorable y un 61% sin variación. La actual regulación económica y la eficiencia del mercado laboral apenas ayuda al 4% de los empresarios de la comunidad. Y únicamente el 1,5% respalda la fiscalidad actual. El 81% no ve cambios en la adecuación del capital humano, un grave problema para la transición a la economía 4.0. En 2013 la disponibilidad de financiación era desfavorable para el 51%. Ahora es el 19%.