La reconocida empresa de moda infantil Pili Carrera, que ha vestido a multitud de pequeños famosos, desde los hijos del futbolista Cristiano Ronaldo a los nietos del presidente de EEUU, Donald Trump, pasando por las infantas Leonor y Sofía, se enfrenta a un momento delicado tras el anuncio a la plantilla de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal el pasado viernes. Sindicatos y compañía empiezan hoy a negociar las condiciones, en medio de la sorpresa por la medida. No se esperaba entre los alrededor de 120 empleados que se aglutinan, sobre todo, en la central de Mos en la que hasta ahora se ha estado realizando el 100% de la producción. Los representantes de los trabajadores quieren ser cautos y también Pili Carrera apuesta por no adelantar acontecimientos y esperar a ver cómo evoluciona el diálogo.

Aunque ya en esa cita del viernes los sindicatos recibieron documentación económica para avalar el ERE temporal, las posibles razones no han transcendido ni por parte de ellos ni por parte de la empresa, aunque todo apunta, como intuyen los trabajadores, que Pili Carrera busca una reorganización del trabajo y no descartan el interés también en deslocalizar parte de la confección a otros lugares para abaratar los costes.

"Lo único que es seguro es que la empresa ha puesto sobre la mesa el ERE temporal", explica Suso García, de la CIG. "Todo lo demás está por decidir -añade- y no es bueno intranquilizar al personal, que está ya bastante nervioso". "No hay problemas económicos, sino un problema de fondo, un problema estructural organizativo que es verdad que si no se tiene en consideración y se resuelve puede llevar a un problema económico", apunta también Armando Iglesias, de CCOO, en unas declaraciones recogidas por Europa Press.

La compañía evita concretar las razones, pero sí admite que son "varias" y que las hay "de índole económica". "Ahora es muy precipitado dar más detalles, se acaba de presentar", reiteran las fuentes consultadas por FARO.

Tanto la empresa como los sindicatos aseguran que el número de empleados supera el centenar. Unos 120. Pero no se sabe a cuántos afectaría. Según el último informe económico, el de 2016, la facturación rondó los 7 millones de euros, aunque el resultado bruto de explotación fue negativo (-165.121 euros) e incurrió en pérdidas de 241.450 euros.