Euskaltel presume de un crecimiento "sólido" del negocio. Frente al "exigente entorno competitivo" alentado por los grandes operadores de telecomunicaciones en el país, los ingresos del segmento residencial aumentaron un 11,6% el pasado año y un 2,4% por la parte de las empresas. La facturación alcanzó así los 622,2 millones de euros, un 8,6% más que el ejercicio anterior (572,9 millones). El margen bruto se situó en 306,9 millones. El beneficio al cierre del ejercicio fue de 49,6 millones, lo que supone un recorte del 20% que la compañía achaca a "gastos extraordinarios" de 20,2 millones de euros "correspondientes, fundamentalmente a los costes relacionados con la adquisición de Telecable, la tasa de financiación de CRTVE y al proceso de integración para convertir al grupo en una plataforma única que opere bajo tres marcas diferentes".

Esa integración, la de la gallega R y la asturiana Telecable, se da por cerrada ya y ahora la hoja de ruta pasa por seguir creciendo. La compañía reforzará su cobertura en Galicia, Euskadi y Asturias para llevar su red de fibra a 80.000 nuevos hogares y 6.200 empresas con su red propia. "En 2018 queremos protagonizar la transformación digital en Euskadi, Galicia y Asturias y lo vamos a hacer siendo los compañeros de viaje de hogares, empresas e instituciones", apuntó ayer Alberto García Erauzkin, presidente de Euskaltel, durante la presentación de los resultados anuales.

Gracias al acuerdo con Orange para usar sus redes FTTH, Euskaltel se lanza a conquistar Navarra, León, Cantabria y La Rioja.

Euskaltel seguirá apostando por su estrategia de productos y servicios de máximo valor añadido para mantener la "buena evolución" de 2017, "la base del crecimiento sostenido del negocio y que nos ha permitido cumplir con la previsión anunciada al mercado al inicio del ejercicio", según el consejero delegado, Francisco Arteche.

El consejo de administración propone dar a los accionistas un dividendo final de 27,8 céntimos.