La cervecera holandesa Heineken International está en plena expansión global. En los últimos cuatro años ha planeado o llevado a cabo la apertura de nuevas plantas en países como Ruanda, Haití, Camboya o Argelia. Para ello, la multinacional precisa de unas buenas infraestructuras y también de las mejores herramientas posibles para producir la cerveza en cada región. Es en este último punto en el que entra en juego el trabajo de una industria del metal mosense. Con tan solo seis años de existencia, MIND (leído en inglés) realiza los recipientes a presión que se instalan en esos cuatro países. En la actualidad trabaja en otro igual para la planta de la cervecera en Mozambique y centra sus esfuerzos en crecer en el sector offshore.

La empresa, situada en la zona de Sanguiñeda, nació fruto del trabajo de la plantilla tras la desaparición en 2012 de la que fuera la mayor empresa de tuberías para buques de la comarca viguesa, Islas Industries. Con una plantilla que cuenta con 92 trabajadores -llegaron a 102 durante el pasado verano- MIND se formó aquel año -en plena crisis- y actualmente vive de la exportación, enviando el 85% de lo que fabrican a países de la Unión Europea , aunque también a otros como Rusia o los Emiratos Árabes Unidos. Es en la zona del Benelux (la unión aduanera entre Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos) donde se concentran el grueso de sus clientes. "Heineken subcontrata los proyectos de refrigeración asociados a estos proyectos a empresas de esta zona, que son nuestros clientes", explican fuentes de la empresa.

Desde que la cervecera inició este proyecto, MIND se ha adjudicado todos los pedidos para recipientes a presión excepto uno, el de la fábrica proyectada en Vietnam, ya que todavía está pendiente de decidirse y para el que ya han pujado. "El siguiente paso, ya acordado con uno de los clientes, es finalizar los trabajos en instalación de tubería en cada una de esas plantas al contar con personal para poder realizarlo", explican. Como dato curioso, en el envío realizado a Ruanda -por mar y tierra- instalaron un GPS oculto en el interior para su transporte por África para tenerlo controlado hasta llegar a su destino.

Pero, para anécdota, la que MIND "esconde" en Catar. Allí, la firma de Mos "ayuda al pueblo catarí a combatir el embargo" impuesto en 2017 al país por naciones como Arabia Saudita, Baréin, Egipto, Emiratos Árabes Unidos o Libia. El país compra fuera el 90% de lo que consumen sus habitantes y La situación provocó que Catar tuviera que fletar aviones repletos de vacas -recogido en la prensa de todo el mundo- para la principal lechera, Baladna. La necesidad de aumentar el suministro llevó a ampliar sus instalaciones recientemente. "Nuestros últimos depósitos han ido a esta empresa lechera", comentan desde MIND.

Naval

La firma mosense también vive de saber diversificar su trabajo y el sector alimentario no es el principal para el trabajan. El "nicho" de mercado por excelencia para ellos se encuentra en el naval y el sector offshore. Así, en la actualidad uno de los contratos que desarrollan es junto al astillero francés STX en el proyecto Arkona, un parque eólico en alta mar en el Báltico que cuenta con una inversión de 1.200 millones de euros por parte de la petrolera noruega Statoil y la germana E.On. Allí realizan trabajos de montaje de tubería a bordo de los barcos que participan en el parque eólico.

También en STX han trabajado en los mayores cruceros del mundo, como es el caso del coloso Harmony of the Seas, para el que también facturó una chimenea el astillero marinense Nodosa. MIND llegó a tener 55 trabajadores el pasado verano en la fábrica francesa.

Uno de los últimos trabajos finalizados por parte de la firma mosense es para otro astillero, el de Havyard en Noruega. En este caso se trataba de depósitos certificados por DNV para un nuevo buque pesquero de 80 metros de eslora para France Pélagique.