La moda es, seguramente, una de las industrias en España que más interiorizado tiene que el futuro pasa por las nuevas tecnologías. Ropa y calzado ocupan, por detrás de los viajes y el alojamiento, la segunda posición en el ranking del uso del comercio electrónico. Inditex, referencia mundial, acaba de estrenar en el centro comercial Westfield de Stratford (Londres) su primera pop-up (tienda efímera) dedicada exclusivamente a gestionar pedidos online, un ejemplo rotundo de la profunda transformación de los hábitos de consumo. Pero la digitalización del textil va mucho más allá del canal de venta y, evidentemente, de los grandes imperios del sector. Las empresas más pequeñas no lo tienen tan fácil para hacer inteligentes sus procesos y abastecerse a un precio a un precio competitivo. Galicia y el norte de Portugal quieren allanar el camino a las nuevas generaciones de la moda en la Eurorregión a través de la creación de una bolsa de servicios conjunta y la prestación de soporte tecnológico para cubrir sus carencias en personal cualificado.
"Se trata, en definitiva, de mejorar la eficiencia de toda la cadena de valor", resume Alberto Rocha, secretario general de la Confederación de Industrias Textiles de Galicia (Cointega)-Clúster Gallego Textil Moda, que, junto con su homólogo en Portugal, la Asociación Textil y Vestuario de Portugal (ATP), lideran el proyecto financiado por la UE con 1,2 millones de euros a cargo del programa de cooperación Interreg España Portugal (Poctep). La línea de fondos comunitaria pretende potenciar la innovación en el área de cooperación formada por la comunidad y el norte luso y convertirla en una región transfronteriza competitiva.
Tras el diagnóstico realizado por los clústeres de ambos territorios para analizar la situación de las pymes textiles ante las nuevas tecnologías y buscar experiencias similares que puedan adaptarse "a las necesidades de nuestra zona", el proyecto prevé lanzar una plataforma tecnológica "con todos los recursos posibles" en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs), diseño, transporte, logística, suministro de equipos para impresión digital, 3D, contract e incluso la red de talleres existentes, entre otros servicios.
Las firmas textiles podrán saber qué empresas tienen cerca para atender con mayor facilidad y especialización cualquier eslabón de la cadena de su actividad. "A diferencia de las grandes, a las pymes independientes les cuesta hacerse fuertes a la hora de negociar las condiciones, por ejemplo, del aprovisionamiento", explica Rocha.
La plataforma permite, además, afrontar uno de los grandes déficits que en la actualidad arrastran las pequeñas empresas del sector. Sin apenas talleres pequeños y la falta de trabajadores, sobre todo, en el norte de Portugal, las fábricas piensan por y para los grupos textiles de gran tamaño. "Hay empresas que no encuentran quién haga su producción -apunta el secretario general de Cointega- o a precios razonables".
Pero también las compañías de moda gallegas de mayor tamaño podrán beneficiarse de esta bolsa de servicios. "Muchas compran diseños y en la plataforma habrá diseñadores", indica Rocha.
La segunda parte del proyecto ya en marcha es una prueba "piloto" para dar soporte tecnológico durante un año por parte de personal especializado para tareas de digitalización. Aunque el sector sabe de la importancia de las nuevas tecnologías, "por su propio tamaño carecen de una estructura interna" dedicada a estas funciones. Tendrá "un efecto divulgativo" importante. Las empresas comprobarán la importancia de la digitalización "y podrían incorporar a sus plantillas o como auxiliares a los técnicos".
