Los 249 trabajadores de Maderas Iglesias se rebelan a que el que en su día llegó a ser el mayor fabricante de pavimentos de madera y de tarima flotante de toda España se vea obligado a echar el cierre. La plantilla, que, tras siete ERE en menos de diez años se ha adelgazado hasta prácticamente un tercio de lo que llegó a ser en su momento de apogeo, realizará una marcha esta mañana para defender su puesto de trabajo y exigir a la Xunta de Galicia que dé un paso adelante y permita garantizar la continuidad de una empresa a la que consideran "viable".

Durante esta jornada de huelga, los más de dos centenares de empleados del grupo partirán a las ocho de la mañana de las instalaciones de Maderas Iglesias en O Porriño y se dirigirán hasta la delegación de la Xunta en Vigo, a donde tienen previsto llegar a las 13 horas. Durante el recorrido serán recibidos por la alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, del Partido Popular, y está previsto que se incorporen otros ciudadanos ajenos a la empresa pero que quieran sumar su voz en defensa de la continuidad de la compañía.

Próxima reunión

La plantilla de Maderas Iglesias reclama a la Xunta que tome un papel activo para facilitar un relevo en la cúpula de la compañia, a la que acusan de estar maniobrando para descapitalizar Maderas Iglesias en favor de otras dos sociedades recién constituidas. Para ello, el Igape convocó la celebracón de una reunión entre las cuatro partes implicadas (empleados, empresa, Xunta y acreedores), algo que nunca se había producido hasta ahora, con el objetivo de buscar una solución. Fuentes conocedoras del proceso revelaban ayer que, en principio, el encuentro tendría lugar la próxima semana y confían en que permita desbloquear la situación.