Banco Santander cuenta con 145 millones de euros para afrontar posibles compensaciones a determinados accionistas de Banco Popular tras su resolución. Según consta en su memoria anual, el grupo estimó en 680 millones de euros el coste "por potenciales compensaciones a los accionistas de Popular" tras su resolución, de los que 535 millones se aplicaron al bono de fidelización que Santander emitió a finales de 2017 y al que se acogió el 78,8% de los afectados a cambio de renunciar a emprender acciones legales contra el banco. Los accionistas que cumplían las condiciones para suscribir el bono y no lo hicieron podrían presentar una reclamación contra Santander.

El grupo explica en su informe anual que el resultado de los procedimientos judiciales en relación con la resolución es "incierto", pues la intervención de Popular carece de precedentes judiciales tanto en España, como en los Estados miembros de la Unión Europea (UE).

A 31 de diciembre de 2017, Santander contaba con provisiones por 6.615 millones de euros, de los que 316 millones están destinados a la cobertura de contingencias de naturaleza fiscal, legal o litigios. Por su parte, Popular tenía provisionados al cierre del ejercicio fiscal 1.112 millones de euros, de los cuales 17 millones son "cuestiones procesales y litigios por impuestos pendientes".

La entidad estima que el riesgo máximo asociado a las cláusulas suelo de Popular, empleando el escenario más severo y no probable, asciende a unos 900 millones de euros sin tener en cuenta las devoluciones realizadas. En cuanto al ERE para el ajuste de servicios centrales que prevé 1.100 salidas, el coste suma 248 millones.