El nivel de competitividad de la economía gallega mejoró en la última década pero aún es "medio-bajo", según el Índice de Competitividad Regional 2017 elaborado por el Consejo General de Economistas. El informe de los economistas españoles coloca a la comunidad gallega en el puesto 10 entre las autonomías españolas, de acuerdo con los datos de 2016, y sitúa a Madrid, País Vasco y Navarra como las más competitivas. Extremadura está en la última posición.

Factores como el limitado tamaño de las empresas o la insuficiencia de infraestructuras básicas lastran la competitividad de Galicia, entendida esta como "un concepto comparativo fundamentado en la capacidad para mantener, ampliar y mejorar de manera continua y sostenida su participación en el mercado, buscando como fin último el beneficio de la sociedad, medido este en términos de renta per cápita", según la definición de la corporación de economistas españoles.

Junto a las carencias, el documento también evidencia luces en la economía gallega: la clara mejoría en innovación y formación, un endeudamiento razonable y una tasa de paro inferior a la media del país (actualmente del 14,7%, frente al 16,55% nacional). En relación a sí misma, Galicia se volvió más competitiva en los ocho años que incluye este análisis (de 2008 a 2016). De hecho, "en el conjunto del periodo todas las comunidades mejoran su competitividad, con la única excepción de Extremadura", reza el documento. Otra cosa es la evolución en relación con las demás autonomías y ahí Galicia ha perdido terreno ya que hasta 2011 ocupaba la novena posición, un puesto que cedió al ser superada por Cantabria.