Banco Popular cerró con unos números rojos récord de 13.594 millones de euros en un 2017 en el que fue adquirido por el Santander por apenas un euro. De esta forma, la entidad financiera cuadruplicó las pérdidas sufridas en el 2016, cuando se dejó 3.485 millones de euros. Son las segundas mayores pérdidas de la historia para una empresa española, solo por detrás de los 19.193 millones que se dejó Bankia en el año 2012 en el que fue nacionalizado.

Los números rojos se producen como consecuencia de las dotaciones realizadas en provisiones para el crédito dudoso, el paso previo realizado por la compañía presidida por Ana Botín antes de traspasar el 51% de los activos tóxicos del Popular a Blackstone por 5.100 millones de euros.