El plazo para inscribirse en el ERE del Banco Santander se cerró el pasado 31 de enero con 1.080 solicitudes. De esta forma, la entidad presidida por Ana Botín tendrá que llevar a cabo 20 despidos forzosos para cubir las 1.100 bajas que negoció previamente con los sindicatos.

La mayor parte de las salidas corresponderán a Popular, que verá su plantilla reducida en 769 personas (el 70% del total), mientras que los 331 trabajadores restantes serán de Santander -218 de Santander España y 113 del centro corporativo--.

Las bajas de estos 20 empleados se repartirán casi a partes iguales entre empleados del Popular y del Santander. Once serán del primero y nueve del segundo, del cual cuatro serán de Santander España y cinco del centro corporativo.

La integración de los servicios centrales también incluye la recolocación de 597 empleados en otras empresas del Grupo Santander y el acoplamiento de otros 100 trabajadores en la red comercial de ambas entidades.