Los sindicatos se rebelan contra lo que consideran una campaña del Gobierno para desacreditar el sistema público de pensiones e incitar a los jóvenes a optar por el ahorro privado. La Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CC OO) inician esta semana un calendario de movilizaciones bajo el lema "Salarios dignos, pensiones dignas, no al 0,25%". Ese mínimo legal del 0,25% anual que han subido en los últimos cinco años -muy por debajo del IPC, que cerró 2017 al 1,2%- hace que de seguir así, "en 15 años los pensionistas pierdan un 30% de poder adquisitivo", alertó ayer el secretario general de pensionistas y jubilados de CC OO en A Coruña, Manuel Santiso. CC OO y UGT reclaman que se derogue la reforma de 2013, que se vuelvan a vincular las pensiones al IPC real y que se garanticen las pensiones dignas "del presente y del futuro".

"Las pensiones de hoy están mal, pero las del futuro pensamos que están peor", lamentó ayer el secretario general de pensionistas y jubilados de CC OO en Galicia, Carlos Mella, en una rueda de prensa conjunta para presentar el calendario de movilizaciones. La primera concentración será el jueves a las 12 en la Delegación del Gobierno. La semana que viene recogerán firmas. El 1 y el 22 de marzo volverán a concentrarse, en este caso ante la Tesorería de la Seguridad Social.

La evolución de la paga de los jubilados por debajo de la del coste de la vida es un problema común en todo el país, pero más grave que la media en Galicia, la segunda comunidad con las pensiones más bajas. En este sentido, CC OO mostró su preocupación por que más de 500.000 gallegos cobran menos de 680 euros al mes.

El secretario general de CC OO en A Coruña, Cristóbal González Triñares fue más allá en la previsión de pérdida de poder adquisitivo y aviso de que si no se deroga la reforma de 2013, en 20 años caerá a la mitad. "Hay una campaña de poner en cuestión el sistema público, cuando las pensiones son viables", defendió. Añadió que el Gobierno español destina el 11% del PIB a pagarlas, mientras que "en Francia e Italia es el 15%".

Los sindicatos apuestan por actuar sobre los ingresos de la Seguridad Social para garantizar el sistema con una de los subida de salarios que permita aumentar las cotizaciones y una reforma fiscal que no canalice las ayudas a las empresas a través de bonificaciones en sus pagos a la Seguridad Social. "Si no es suficiente, que se complete con impuestos", concluyen.