Los vientos que llegan del Atlántico dejan lluvia casi todo el año en Holanda. Y humedad, mucha humedad, con niveles superiores al 80%. Una tercera parte del país esta bajo el nivel del mar, como si fuera el casco de un barco. Por eso el clima y la elevada carga de salinidad son dos de los aspectos que las administraciones locales tienen muy en cuenta a la hora de diseñar las infraestructuras públicas. "Si aquí en Galicia a veces nos tenemos que curar en salud con los materiales, allí mucho más", explica Iago Barbeito, responsable de Desarrollo Internacional de Setga, encargada del alumbrado de calles y recintos en varias de las principales ciudades del país. La empresa pontevedresa especializada en iluminación, servicios energéticos, señalización y mobiliario urbano acaba de ganar el contrato de Pro-Rail, el Adif holandés, para dotar de sistemas LED resistentes a las condiciones del entorno a sus casi 400 estaciones de tren. La inversión asciende a 1,8 millones de euros. El contrato se extiende durante un plazo de 3 a 6 años y supone otro espaldarazo internacional para Setga, que supera ya el centenar de proyectos en Holanda y está presente en una docena de países.
Las primeras seis instalaciones, entre ellas de la Rotterdam, están ya en funcionamiento. Setga presentó a la licitación una placa LED única con gas argón, patentada a nivel mundial, sin problemas de humedad, condensación o emisiones contaminantes. Todo el sistema eléctrico se fabrica en Vigo y es uno de los diez productos incorporados en el último año a la oferta comercial de la compañía.
"Nunca habíamos lanzado tantos productos de forma simultánea, y sin duda esto ha sido un récord en términos cuantitativos, pero también cualitativos -apunta Jesús Saavedra, director de la Oficina de Co-Innovación de la firma-. En un año conseguimos lo que antes nos llevaría tres o cuatro ejercicio". La rápida ampliación del portfolio responde a la apuesta de Setga por la I+D. De cinco técnicos en 1989, el departamento de innovación integra ahora 23 ingenieros industriales, electrónicos, mecánicos y de telecomunicaciones.
Aunque Setga contaba con experiencia en el mercado internacional de antes, la entrada y consolidación en los Países Bajos marcó un hito en su internacionalización. Allí, por ejemplo, nació Philips. "Siempre digo que los concursos ganados en Holanda, como el primero, muy icónico, en 2014 para iluminar el centro de Ámsterdam, pudieron ser una anécdota. Se ganaron y la aventura acaba ahí. Pero no", afirma Iago Barbeito. A ese proyecto inicial le siguió el alumbrado para todo el cinturón metropolitano y el servicio para otros 80 ayuntamientos -La Haya, Nimega, Almere...- "que fueron poco a poco confiando en la tecnología fabricada en Galicia".
"El hecho de que sea una zona histórica donde hubo y hay inversores en el sector de la iluminación provoca que el mercado sea más exigente y tengan unos parámetros y estándares de calidad mucho más altos y sofisticados", afirma el encargado de internacionalización de Setga. "Cuando tú juegas en ese contexto de altas prestaciones que hace que vuelvas a casa con la obligación de romperte la cabeza para dar con la mejor solución -continúa Barbeito-, la batalla no es el precio". De hecho, en el concurso de Almere, el grupo pontevedrés era el más caro, "pero demostramos que tecnológicamente el coste total de esa infraestructura iba a ser menor para el ayuntamiento".
¿Cómo? Con ese modelo sin deslocalización en la producción, concentrada en su totalidad en industrias auxiliares de la comunidad y el resto de España, Setga desarrolla un modelo de abastecimiento just in time. Si hay un problema en una luminaria por una tormenta, la empresa se compromete a reemplazarla en 24 horas a través de un plan de mantenimiento integral durante la vida al completo del alumbrado, algo muy valorado en los concursos públicos de Holanda.
El papel de Setga en las pujas no se ciñe solo a presentar un modelo diferente al de sus competidores. Se busca la tecnología más apropiada para el cliente y "empezamos a trabajar juntos en industrializarla de la mejor manera posible". "Escuchas a quien realmente va a a usar el producto, el que va a tener los problemas", narra Barbeito, "de tal manera que bebes de muchas fuentes y sacas soluciones ad hoc". "Juntos, con los técnicos municipales -añade Saavedra-, desarrollamos productos ajustados a sus necesidades específicas industrializados a gran escala para todos nuestros mercados". Así, el farol que da luz hoy en la localidad holandesa de Nimega es una adaptación del implantado en un proyecto piloto en Vigo a principios de esta década y ahora vuelve de nuevo aquí para asentarse en varias calles de Santiago de Compostela.
Al valor añadido tecnológico, Setga suma el social, con la incorporación de cinco trabajadores mediante un plan de formación de parados de larga duración con Cruz Roja; y el medioambiental. "En la industria gallega no somos conscientes de la valoración de la carga de carbono en la fabricación, en este caso de los 40 y pico componentes que envuelven de media una luminaria", indica Barbeito. La fuerte implantación de las energías renovables en Galicia, capaces de cubrir más del 60% del consumo eléctrico en la región, es una ventaja "frente a quien produce únicamente en Portugal, Rumanía, Bulgaria o Polonia, con una barbaridad de diferencia en la carga energética". "Eso cada vez puntúa más en los concursos públicos, junto con otros factores de sostenibilidad -recuerda Barbeito-. En nuestros procesos productivos y proveedores, buscamos y filtramos esos factores. Nuestras carcasas de aluminio pueden reciclarse al final de la vida útil".
Cuando se haga el cierre del ejercicio de 2017, el negocio exterior de Setga estará entre el 48% y el 52% de la facturación total. En Latinoamérica trabajan en México y Costa Rica. En Europa, además de España y Holanda, están presentes en Dinamarca, Alemania, Portugal y en Italia, donde desarrollarán el Parque CityLife, "el proyecto más ambicioso del ayuntamiento de Milán". Todos los años consiguen un par de proyectos en países de Oriente Medio, con uno "muy bonito" para el Puerto de Dubai en estos momentos. El negocio está cuajando en Marruecos, "que valora mucho el producto español y quieren calidad", e Israel.
"Las licitaciones a la baja en España han hecho mucho daño durante la crisis. El precio no es lo que más valor le da al ciudadano, que es el que paga. Si todos entramos en la espirar de deslocalizar y bajar la calidad acabaríamos colocando linternas -se quejan en Setga-. Muchas administraciones y profesionales están en la buena dirección, fijándose en la calidad, en la fabricación local, pero hay otra parte que necesita hacer un análisis sobre cómo minimizar el coste total de propiedad. El alumbrado, como ocurre en otros sectores, dura muchos ciclos políticos".
