Maderas Iglesias cerrará el 31 de marzo sus plantas de Puxeiros (Vigo) y Sanguiñeda (Mos), y trasladará la plantilla de ambas, unas 25 pesonas, a la factoría de Louro (Porriño). Así lo anunció la compañía al comité de empresa este miércoles, en un encuentro en el que el responsable de la firma, Juan Ramón Iglesias, aseguró que estaba en contacto "con posibles inversores" para deshacerse de ella. "Nos ha reconocido que no tiene ningún cliente externo, los únicos que tiene son firmas vinculadas a su familia", expuso a FARO Xulio Vicente, de la CIG, que ha vuelto a acusar a la dirección de "pretender descapitalizar" la compañía. "Queremos que se implique la administración", exhortó.

"Hay gente que ya ha consumido todo el paro porque llevan más de 400 días" en un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal, añadió Francisco Estévez, de Comisiones, que teme que la dirección "deje morir la empresa hasta verse obligada a solicitar la liquidación". Es un escenario que solo se podrá evitar, a juicio de los sindicatos, con la implicación de todas las partes: la propia Maderas Iglesias (llegó a ser primer fabricante de España de tarima flotante), plantilla, acreedores y Xunta de Galicia. La sociedad mantiene 290 trabajadores y, aunque planteó antes de Navidad un ERE extintivo para la mitad de la plantilla, lo ha retirado.