El ministro de Energía, Álvaro Nadal, abrió ayer un nuevo capítulo en el pulso que sostiene con las compañías eléctricas y criticó su estrategia de litigar sistemáticamente contra cada reforma que aborda el Gobierno: "No es normal esta situación en que se recurre todo con la idea de a ver qué cae", dijo Nadal. Aunque el ministro reconoció como "legítimo" el interés del sector de "rascar hasta el último euro", afeó a las compañías la altísima conflictividad judicial y la inseguridad jurídica que genera.

Álvaro Nadal tiene varios frentes abiertos con las eléctricas. Su departamento ha chocado con el sector por el decreto con el que el Gobierno pretende restringir la capacidad de las compañías de decidir el cierre de centrales de generación, singularmente las nucleares y las de carbón. Y últimamente ha tensado más la cuerda con el anuncio de nuevas rebajas en partidas que reciben las distribuidoras con cargo a la tarifa. Nadal tiene entre ceja y ceja la forma en que se retribuyen las redes de distribución, monopolios naturales con ingresos garantizados equivalentes a la rentabilidad de la deuda española a diez años y un 2% adicional.