Con los resultados de 2017 recién presentados, Abanca celebró ayer en Vigo una reunión ordinaria de su consejo de administración, a la que acudió toda la cúpula de la entidad encabezados por su presidente, Juan Carlos Escotet, y el consejero delegado, Francisco Botas. En la cita, el máximo órgano de dirección del primer banco gallego aprobó el pago del tercer dividendo trimestral a cargo de esas cuentas del pasado ejercicio. El importe bruto alcanza los 36,248 millones de euros, a 0,016 euros por acción, según el hecho relevante comunicado ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La retención fiscal es del 19%. Con los otros dos abonos trimestrales -Abanca empezó a aplicar este tipo de pago a sus accionistas el pasado año-, los dividendos suman 146,8 millones de euros. El beneficio del ejercicio ascendió a 367 millones de euros.

El propio Escotet explicó en su comparecencia con los resultados anuales que la política de dividendos se mantendrá "en las mejores prácticas del sector", priorizando la capitalización de la entidad y la holgura de solvencia para afrontar posibles oportunidades de compra.

Tras el consejo de administración, la cúpula de Abanca mantuvo una comida de trabajo con el alcalde de Vigo, Abel Caballero, en la que también estuvo presente Jorge Martínez, director territorial.