El presidente del Grupo PSA, Carlos Tavares, trasladó ayer al secretario general del sindicato Unite, Len McCluskey, la necesidad de reconstruir la competitividad y el rendimiento de las plantas de Vauxhall en Reino Unido "de una forma razonable", y descartó que se vayan a cerrar factorías de producción. La reunión, según el consorcio francés, supuso una oportunidad para establecer un "diálogo franco y constructivo" para estudiar la forma en que los centros de Vauxhall en Reino Unido podrían volver a recuperar la competitividad, en términos de costes y calidad, en el marco de un contexto económico inestable.

Durante el encuentro, Tavares propuso la puesta en marcha de un principio de co-construcción con el sindicato Unite para definir una "hoja de ruta" para reconstruir la huella industrial de la firma británica, para lograr un progreso y asegurar la sostenibilidad "en el nuevo contexto del Grupo PSA". La compañía francesa señaló que está previsto que se mantengan nuevas reuniones, con el fin de implementar lo antes posible el plan de recuperación para las instalaciones productivas de Vauxhall.