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La compra de vivienda como inversión crece un 25% en Galicia en dos años

Más de 8.000 familias están pagando un préstamo para un inmueble destinado para el alquiler -La comunidad registra el cuarto mayor encarecimiento de los arrendamientos

No son expertos en finanzas, ni siquiera grandes conocedores de cómo se mueve el negocio del ladrillo, pero gracias a ellos el sector inmobiliario en Galicia coge un poco de aire. La compra de vivienda en la comunidad se centra casi en exclusiva en los inmuebles de segunda mano -casi 10.200 entre enero y noviembre del pasado año, el 75% del total de transacciones- y la mayoría, según los expertos, acaba en el mercado del alquiler. Es la principal alternativa para el ahorrador medio gallego ante la falta de rentabilidad de los depósitos convencionales y el recelo a los productos de banca más complicados tras las malas experiencias de las preferentes de las cajas y las acciones del Popular. Entre 2014 y 2016, al calor de la recuperación de la economía y, sobre todo, de la tímida reapertura del grifo del crédito, el número de hipotecas solicitadas en Galicia para hacerse con un inmueble como inversión se disparó más de un 25%.

A finales de 2016, según los datos publicados recientemente por el Instituto Galego de Estatística (IGE), en Galicia había 8.006 hogares pagando un préstamo destinado a la compra de una vivienda con fin inversor. La cifra acumula dos años al alza. En 2014 eran 6.381. No es una cifra récord (en 2012 superaban las 12.000), pero, además de la tendencia creciente, se trata del mayo número de los últimos cuatro años analizados por el organismo. Su evolución contrasta con el comportamiento que está siguiendo el volumen de hipotecados en la región para abonar su casa habitual. En 2016 rondaban los 198.800, un 6,7% menos que dos años atrás.

"Es lo que estamos viendo en nuestro día a día", explica Benito Iglesias, presidente de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein). ¿El perfil? Gente mayor, sobre todo jubilados o trabajadores punto de retirarse, que han logrado reunir un colchón y que, "por sentido común", buscan "seriedad para sus ahorros". Con los tipos de interés moviéndose en el 0%, la renta fija, los depósitos convencionales, no aportan nada, "y la volatilidad de las bolsas tampoco ayuda a invertir en ellas". Los clientes llegan escaldados de los recientes escándalos financieros y, según Iglesias, "quieren tranquilidad y nada de meterse en berenjenales".

Por eso también la elección del inmueble está muy cuidada. Nada de viviendas en el centro de las ciudades, donde se concentran los precios más altos y es más difícil cerrar un buen arrendamiento. "Se inclinan por la zona que va del semicentro a la periferia", indica el máximo responsable de las inmobiliarias gallegas. Viviendas de dos o tres habitaciones con un coste de entre 80.000 y 120.000 euros "como mucho". "Te lo dicen así", incide.

Con el alquiler cubren sin problema el coste de la comunidad y el catastro. Y el rendimiento puede alcanzar tranquilamente el 7%. "Se están dando dos factores que hasta hace muy poco no existían. Por un lado, al revalorización de la vivienda", cuenta Benito Iglesias. "Nadie querría comprar algo por 100.000 cuando sabe que luego costará 80.000 -añade- mientras que cuando vale 80.000 y hay una perspectiva de incremento sí anima a comprar". Es "un valor añadido al ahorro". La otra novedad es el propio auge del alquiler. "Lo que antes se arrendaba por 300 euros, ahora puede alcanzar los 600", señala, lo que al cabo del año deja en el bolsillo del propietario unos 7.200 euros.

La caída de los tipos de interés, una de las razones que empuja a los ahorradores gallegos a refugiarse en la vivienda, es, a la vez, una de las causas por las que mejora el rendimiento de la inversión cuando la casa se orienta al arrendamiento. Porque las hipotecas se han abaratado. En 2009, el gasto medio mensual para pagar el préstamo de compra de vivienda con fines de inversión rondaba los 473 euros. En 2016 se situó en 393,67 euros. Una diferencia considerable a pesar de que en comparación con el año anterior, 2015, la cuota se incremento un 4,7%.

El alquiler de vivienda acumula en Galicia tres años consecutivos al alza. Más de 136.000 hogares de la comunidad estaban en régimen de arrendamiento en 2016, prácticamente el 13% del total. Es un récord histórico tras una subida desde 2013 de casi el 15%.

En paralelo a la consolidación del mercado del arrendamiento avanzan los precios. Después de los tímidos incrementos del 0,1% en 2015 y 2016, la vivienda en arrendamiento registró en Galicia un encarecimiento del 0,8%, el cuarto mayor ascenso del Estado por detrás de Baleares (1,8%), Madrid (1,55) y Canarias (1,1%).

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