La oferta de la firma de inversión Melrose para dquirir la compañía GKN-Driveline no ha variado lo más mínimo desde que hace una semana se topase con el rechazo frontal de la auxiliar de la automoción, que cuenta con una planta en Vigo. O al menos en apariencia. Porque sin necesidad de modificar un ápice su propuesta, valorada en 4,05 libras por acción, la compañía ha logrado una mejora en su oferta que, sin embargo, solo ha servido para enturbiar todavía más las relaciones entre ambas compañías.

Pese a que la oferta ha pasado de ser de 4,05 libras por acción a 4,23 -por la subida en Bolsa de los títulos de Melrose que tiene asociados mediante su fórmula de canje-, desde GKN-Driveline acusaron a la firma de inversión de estar "engañando" a sus accionistas por ofrecer un "falso plus". "Melrose está proponiendo financiar el 80% de la oferta mediante sus propias acciones y no aporta sinergias industriales", critica la empresa en un comunicado, en el que añade que, además, "el valor en Bolsa de Melrose el 5 de enero [cuando se presentó la oferta] era significativamente inferior a la de GKN".

Además, según el argumento de la auxiliar de la automoción, se daría el contrasentido de que serían sus propios accionistas quienes financiasen la compra de una compañía que ya poseen. La razón está en que la deuda neta de Melrose ya multiplica por 2,2 veces su Ebitda y sería imposible abordar la operación sin sobrepasar el tope de 2,5 veces que marca su hoja de ruta. Es ahí donde entra el temor a que Melrose "aproveche" el balance de GKN-Driveline para financiar su propia compra.

Por todo ello, desde GKN reiteran su rechazo frontal a la oferta, mientras la firma de inversión redobla sus contactos con inversores del grupo de automoción para ganar votos favorables a la oposición. Pese a las dificultades para que la operación salga adelante, las acciones de GKN-Driveline se encaraman a máximos de la década tras dispararse un 35% desde que se presentase la oferta.