La prueba más palpable de que Galicia escala posiciones en las clasificaciones de salarios es que, mientras que los pensionistas de la comunidad reciben las segundas prestaciones más reducidas del Estado, solo por delante de Extremadura, los asalariados, por el contrario, son los octavos mejor remunerados, según detalla un informe de la consultora ICSA Group con la colaboración de la escuela de negocios EADA Business School.

Con todo, a los trabajadores por cuenta ajena todavía les separa una distancia del 12,6% hasta ver equiparados sus sueldos (19.925 euros de media) a los 22.793 que marca la media estatal. Esta brecha de doble dígito en los sueldos de la comunidad autónoma frente al resto del Estado se reduce de manera progresiva conforme se escala en el organigrama de la empresa.

Y es que el directivo gallego necesita un empujón del 5,3% en su nómina para equipararse en sueldo a sus homólogos del resto del Estado. Los 74.939 euros que perciben, de media, al año, se sitúan ligeramente por debajo de los 79.097 euros que se perciben en la media estatal.

Mayor salto necesitarían para dar alcance a los directivos madrileños, los mejor retribuídos de toda España, que perciben unos 83.903 euros, un 12%. Es decir, el salto que deben dar los salarios de los empleados gallegos para equipararse a la media es incluso superior al que necesitan los cuadros directivos para auparse al primer escalón. De hecho, el empleado gallego debe anotarse un alza salarial del 28% para equipararse a los navarros, los mejor retribuidos con 25.659 euros, lo que supone duplicar a la de los directivos.

Entre unos y otros se sitúan los mandos intermedios, tanto por escala en la empresa, como por retribución y separación frente a la media. Según los datos de ICSA Group, cada trabajador de esta categoría cobra una media de 37.174 euros en la comunidad. Esta cifra representa un 8,1% menos que los que los 40.435 euros que perciben sus homólogos del resto de España.