Un estudio de la CIG advierte del fuerte aumento de trabajadores considerados pobres, así como de la dificultad de los más jóvenes por encontrar un "salario digno". Según revela el estudio, los asalariados cobran ahora un 1,6% menos que en el año 2009. Un descenso que se eleva hasta el 18% en el caso de los desempleados. El sindicato denuncia la pérdida de poder adquisitivo de los hogares en un periodo en el que los precios crecieron un 10,2%.