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La evolución de los desequilibrios territoriales en la comunidad

La desigualdad entre las dos Galicia se agrava al crecer la pobreza en el interior

El riesgo de exclusión baja dos puntos en la región, al 20,3%, pero empeora en la zona del Deza, casi todo Ourense y Ferrolterra -Los hogares gallegos elevan un 4% sus ingresos

Simón Espinosa

Hay dos Galicias cada vez más diferentes sin salir de la región. La urbana y la rural. No es una división nueva, viene desde muy lejos, marcada por la emigración masiva a Europa y Latinoamérica de mediados del siglo XIX, especialmente fuerte en los concellos de interior; y el éxodo a los núcleos de población de la comunidad más grandes en busca de mejores condiciones de vida. Así se explica también el diferente ritmo del declive demográfico -un preocupante fenómeno que afecta a todo el territorio, pero, sobre todo, a las provincias de Ourense y Lugo- y las más de 3.500 aldeas que hay abandonadas. Lejos de contenerse, la brecha empeora y arrastra a la economía. "La exclusión territorial se agrava como consecuencia de la crisis demográfica que de forma reciente experimenta Galicia", admitía la Xunta hace un par de años en su evaluación del anterior plan de inclusión social, porque "las dificultades de acceso a los recursos y la falta de oportunidades vitales no permiten tener unas condiciones de vida equiparables a las que tienen aquellos que habitan el resto del territorio". Por eso, mientras la mejora de la actividad redunda en una caída de la pobreza y del riesgo de exclusión social en la autonomía, hay una veintena de comarcas concentradas en el interior donde se mantiene al alza.

Al cierre de 2016, la tasa en Galicia se situaba en el 20,3%. Es decir, dos de cada diez residentes en la comunidad ingresaban menos de 634 euros, sufrían carencia material severa o vivían en hogares sin gente ocupada o con salarios bajos, según los datos publicados ayer por el Instituto Galego de Estatística (IGE). En 2015 eran el 22,5%, dos puntos más.

El mejor ejemplo de que el desequilibrio territorial y el envejecimiento es también ya un desafío económico está en la abismal diferencia entre las zonas de menor riesgo de pobreza y las que arrastran el porcentaje más disparado. El norte de Lugo ronda el 13%. Las comarcas de O Carballiño, O Ribeiro y el sur de Ourense superan el 30%.

Es esta última zona, con las comarcas de A Limia, Baixa Limia, Terra de Celanova, Verín y Viana, la que más aumenta la tasa en 2015, casi cinco puntos, hasta un 30,02%. Cerca de dos puntos, al 24%, crece el riesgo de pobreza y exclusión en Ferrolterra, muy azotada por el desempleo. Más de un punto avanza en las comarcas del centro de Lugo, aunque se mantienen con una de las tasas más bajas de la comunidad (16,8%); y medio punto en O Carballiño y O Ribeiro -que reúnen los concellos más pobres de Galicia (30,4%)- y en Deza y Tabeirós-Terra de Montes (21%).

La importancia que tienen las grandes ciudades como tractores económicos para sus vecinos es evidente. En Vigo, la tasa se sitúa en el 22,1%; el 20,7% en Pontevedra; el 16% en Santiago; y un 15,8% en A Coruña.

De media, en los hogares gallegos entraron cada mes 2.007 euros. El presupuesto doméstico aumentó un 4%, en 77 euros, "por cuarto año consecutivo", como destaca la Consellería de Facenda, que remarca que la cuantía alcanza su mayor nivel desde 2009. El máximo se registró en 2008, con 2.029 euros.

La mejora, como sucede con la tasa de riesgo de pobreza, varía mucho entre las diferentes comarcas gallegas. El sur y el norte de Lugo rondan el 10% de ascenso, mientras que los concellos del centro de la provincia los ingresos de las familias caen un 2% y un 0,2% en las comarcas ourensanas de O Carballiño y O Ribeiro.

La mitad de los hogares gallegos no supera los 1.750 euros mensuales. Otra vez se evidencian las diferencias entre las dos Galicias. Todo el sur de Ourense y Lugo se mueve por debajo de los 1.500 euros e incluso en los 1.400, el caso de O Ribeiro y O Carballiño. En Santiago, sin embargo, gracias a la fuerte presencia del funcionariado de la Xunta, llegan a los 2.078. En Vigo son 1.800 euros; 1.900 en Pontevedra capital; y 1.875 en A Coruña.

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