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La evolución de una actividad estratégica en la comunidad

Galicia se consolida como la tercera potencia textil en España tras duplicar su peso desde 2003

La moda genera 3.500 millones de valor y representa el 6% del PIB regional -La parte industrial cede terreno a la distribución

Los años 80 dejaron un hito difícil de igualar en la economía gallega. La comunidad se convirtió en un referente del textil en todo el país. "Galicia Moda" fue, a la vez, una asociación integrada por los principales diseñadores de la tierra, una revista especializada con hasta 21.000 ejemplares y una potentísima imagen de marca que por primera vez visualizó la parte industrial del sector. Algunos de los principales protagonistas del fenómeno made in Galicia ya no están. Montoto, Toypes, Caramelo... Otros, como Adolfo Domínguez, siguen ahí, en plena reinvención. Y unos cuantos más han ido naciendo después, convertidas ya en marcas emblemáticas del país -Inditex, Sociedad Textil Lonia o Bimba y Lola- y nuevos motores de una actividad que cada vez pesa más en la moda española. Las firmas de la región aportan casi 10 de cada 100 euros del valor añadido en la industria textil estatal y consolidan a la región como la tercera gran potencia de la moda en España, solo por detrás de Cataluña y Valencia. Hace menos de dos décadas, en 2000, la cuota era del 5,4%.

La relevancia del textil gallego en España aumenta a medida que también se eleva su peso en Galicia, donde representa ya el 6,1% del Producto Interior Bruto (PIB), según el análisis del sector publicado ayer por el Instituto Galego de Estatística (IGE). En 2015 aportó a la economía regional cerca de 3.500 millones de euros y rozó los 36.200 puestos de trabajo.

El espectacular comportamiento no puede desligarse del también creciente enfoque hacia la parte comercial. A la distribución a gran escala de prendas y calzado, muchas veces diseñados aquí, pero fabricados fuera. Con alrededor de 23.500 trabajadores, su contribución al PIB ascendió a 2.944 millones de euros. Si en 2003 por cada 100 euros de producción generaba 52,8 euros de valor añadido, en 2015 sube a 60,6. En el segmento industrial, sin embargo, la tendencia es la contraria. Reúne a 12.708 empleados y la deslocalización progresiva de la confección de ropa deja su capacidad para crear valor en unos 27,5 euros por cada 100, frente a los 29,3 de hace doce años. Mientras la vertiente industrial creció a un ritmo medio anual del 0,8% desde 2003, la comercial lo hizo un 12,9%.

"Una de las características del sector es la elevada productividad del factor trabajo", destaca el estudio del IGE. En el conjunto de la economía gallega, por cada trabajador se generan unos 47.064 euros. La industria textil supera los 96.200 euros, después de un ascenso del 272% en los últimos cinco años analizados. Pero esta evolución, añade el IGE, "no se vio acompañada de un crecimiento de la remuneración de la misma magnitud". Avanzó a tasas anuales del 5,6%. Aún así, se trata de un punto más que el total de la economía de Galicia.

La transformación del textil hacia un modelo de distribución no es exclusiva de Galicia. "Fue perdiendo peso en el PIB de las economías de nuestro entorno", señala el IGE. En la UE y España representa el 0,5%. En Portugal, una zona habitual de producción de cercanía para las marcas gallegas, conserva una porción del 2,2". "En Galicia, con una contribución del 0,9%, la evolución es singular: consigue mantener un porcentaje del PIB elevado, fundamentalmente gracias a incrementos de productividad que compensaron las pérdidas de empleo, muy importantes en el periodo", subraya el IGE. De 23.000 trabajadores en 2003 a 11.300 en 2015.

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