Con ocho años de crisis ya a la espalda, Maderas Iglesias no acaba de ver su futuro claro. La empresa de O Porriño, que llegó a ser el mayor fabricante español de pavimentos de madera y tarima flotante, propuso hace unos días el despido de la mitad de la plantilla para evitar el cierre. Un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaría a 140 trabajadores, a los que hay que sumar las alrededor de 300 salidas de los últimos años a causa de su proceso de reestructuración. El personal ha decidido convocar una huelga el próximo jueves y se trasladarán a Santiago para protestar delante del Parlamento gallego y el Instituto Galego de Promoción Económica (Igape).

Con ellos, según avanzó la CIG, que preside el comité de empresa, estará un grupo de alcaldes de las comarcas de A Louriña y Condado "para apoyar sus reivindicaciones, conscientes de que se trata de una compañía estratégica para la zona y de la que dependen cientos de familias". Mientras los empleados se plantan delante de O Hórreo, sus representantes prevén encuentros con los diferentes grupos parlamentarios.