La Comisión Europea dio ayer su visto bueno a la compra de parte de Air Berlin, de su filial LGW, por la también alemana Lufthansa, una operación que Bruselas aprueba sujeta a condiciones para evitar distorsiones en el mercado comunitario. "Lufthansa ha propuesto medidas correctivas mejoradas que garantizan que la compra de LGW tendrá efectos limitados sobre la competencia", anunció la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager.