La vida se encarece en Galicia. Lejos quedan ya los tiempos de fuertes caídas del coste de los productos y servicios en todo el país, que incluso despertaron el fantasma de la deflación en el peor momento en el que podía darse. Noviembre dejó la enésima subida de los precios. Un 0,7% de alza en comparación con el mes anterior y un 1,8% respecto a noviembre del año pasado. El IPC acumula así un incremento del 1,3% en lo que va de año, a la espera de lo que ocurra este diciembre, por el impulso, sobre todo, de la disparada factura de los combustibles en la comunidad, superior al 4%. Galicia se convierte así en la región con mayor avance de los precios en España.

Entre enero y noviembre, la inflación en el conjunto del Estado se sitúa en el 1,1%. A la cabeza, junto con Galicia, está Baleares, con un ascenso también del 1,3%, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). A continuación figuran Andalucía, Canarias, Cantabria y Melilla, las cuatro con una subida acumulada en el ejercicio del 1,2%. En torno a la media nacional del 1,1% se mueven Cataluña, Comunidad Valenciana y País Vasco. El IPC se incrementó un 1% en Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Madrid. Los territorios menos inflacionistas están siendo Asturias (0,9%); Extremadura (0,8%); Murcia, Navarra y La Rioja (0,6%); y Ceuta (0,5%).

La subida de precios que arrastra Galicia en los once meses completos de este 2017 es la mayor de los últimos cinco años. Hasta el mes de noviembre, el IPC en 2013 registró un aumento del 0,5%; un recorte del 0,3% en 2014; y alzas del 0,2% y el 1,1% en 2015 y 2016, respectivamente.

Entre los grandes grupos de consumo, los encarecimientos más destacables en la comunidad vienen del vestido y el calzado, que en lo que va de año registra una variación del 2,7%; seguido del transporte (2,3%); y la restauración (2%). La cesta de la compra cuesta hoy un 1,5% más que a finales de 2016. El ascenso en el caso de las bebidas alcohólicas y el tabaco es de un 1,7%; un 1,4% en vivienda y sus recibos de agua, electricidad y gas; y un 0,9% en la enseñanza. Crece, aunque a menor ritmo, el coste de las comunicaciones (0,6%), la sanidad (0,5%); y de los muebles y artículos para el hogar (0,3%). Solo se abarata el ocio y la cultura, un 1,7%.

La actualización periódica de la cotización del gasóleo y las gasolinas en Galicia, la región de la Península donde más cuesta llenar el depósito del coche, anticipaban que la recta final del año iba a dejar un fuerte empuje de los carburantes en la inflación. Y así sucede. Frente al 3,5% de subida acumulada este año de los combustibles en España, en Galicia lo hizo un 4,3%. Un porcentaje que únicamente supera Andalucía (4,4%). Respecto al mes de octubre, el encarecimiento de los carburantes en Galicia se sitúa en el 2,3% (1,9% de media estatal). La variación anual -sobre los precios de noviembre de 2016- llega al 8,3%, un punto y dos décimas por encima del dato el conjunto del país y, de nuevo, el más alto, junto con Melilla.

Los combustibles tienen un peso importantísimo en la medición del IPC por los niveles de consumo. De ahí que cualquier oscilación de calado influya directamente en la inflación. Muy vinculado con los carburantes están los productos energéticos de uso en las viviendas. La electricidad, el gas y otros combustibles subieron sus precios este año en Galicia un 2,6% por el tirón del suministro para la calefacción.

Dentro de los productos básicos de la cesta de la compra, los mayores incrementos de precios están la fruta fresca, por las nubes, un 9,4% más caras que el pasado año; y los aceites y grasas, que experimentan una subida del 9,3%. La carne de cerdo lleva un encarecimiento del 3,3% y un 4,4% el café. El coste de las patatas se desploma un 16%; un 4% el azúcar; y un 2,2% los huevos.