El Parlamento, el Consejo y la Comisión europeos han llegado a un acuerdo "político" para elevar "significativamente" el nivel de calidad y la independencia de las pruebas de homologación de los vehículos. Entre las medidas recogidas en el acuerdo destacan las multas de hasta 30.000 euros por cada vehículo que no cumpla con la normativa europea.

De esta forma, los legisladores comunitarios llegaron a un acuerdo en relación con la propuesta de Comisión Europea (CE), realizada en enero de 2016, en relación con el marco regulatorio de aprobación de los vehículos en Europa, sobre las normas que certifican que los modelos cumplen con las exigencias comunitarias para ser vendidos en la región y sobre "rigurosos" procesos de inspección para los fabricantes de automóviles.