La negociación para el ajuste de plantilla del Banco Santander tras la absorción del Popular-Pastor sigue su curso. En la reunión de ayer Banco Santander mejoró las condiciones económicas de los trabajadores del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que aplicará para integrar sus servicios centrales en España con los de Banco Popular y ofrece a los trabajadores de entre 50 y 54 años -y con más de 15 años de antigüedad- que abandonen el grupo con el 80% del sueldo por ocho años, con un tope máximo de 380.000 euros. La reducción de empleo se mantiene en los 1.200 -entre bajas incentivadas y prejubilaciones-, casi un 25% menos que los 1.585 anunciados al principio. Los sindicatos han valorado la propuesta como un "paso de gigante", aunque han reclamado de nuevo una reducción del número de afectados.

Las bajas incentivadas para este colectivo -de 50 a 54 años- fueron el principal acuerdo del encuentro de ayer. En el caso de adhesión voluntaria contarán además con una prima de 2.000 euros por trienio y otra que oscilará entre 19.000 y 30.000 euros en función del tiempo que lleven trabajando. Hasta el momento, la entidad presidida por Ana Botín les ofrecía una indemnización de 40 días por año trabajado, por lo que la nueva oferta supone, a ojos de los sindicatos, "un paso de gigante" e iguala las condiciones del ERE de 2016.

Por otra parte, los bonos de fidelización diseñados por Banco Santander para compensar a algunos exaccionistas de Popular por la amortización de sus títulos como consecuencia de la resolución de la entidad se pueden aceptar hasta el próximo jueves día 7. Los bonos están destinados a clientes minoristas de la entidad que adquirieron acciones de Popular entre el 26 de mayo y el 21 de junio de 2016, coincidiendo con la ampliación de capital de 2.500 millones de euros que lanzó el banco entonces presidido por Ángel Ron y están disponibles desde el pasado 13 de septiembre.